Vidrios rotos y hurtos en invasión del Congreso en Brasil: así quedaron los escenarios
Miles de bolsonaristas sembraron caos este domingo en Brasilia.
Noticias RCN
09:12 p. m.
Manifestantes rompieron ventanas y vandalizaron el Congreso de Brasil mientras la policía lanzaba bombas lacrimógenas: miles de bolsonaristas sembraron caos este domingo en Brasilia.
En el edificio modernista que alberga el Senado y la Cámara de Diputados de Brasil, una marea humana vestida en verde y amarillo, escaló la rampa que accede al techo y penetró hasta las oficinas legislativas, según imágenes difundidas por medios pero también lo observado por la AFP.
En los vidrios de la fachada que por momentos quedaron en pie los seguidores del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro inscribieron algunas de sus demandas: "Intervención ya", dirigida a los militares.
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En otra pintaron "Destitución de los tres poderes", en referencia al Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
"Pido a las Fuerzas Armadas que tomen el poder y limpien el Congreso, hagan una limpieza general", dice Isabella Silva, una funcionaria pública de 49 años.
Por varias horas la sede del Congreso brasileño parecía cubierta por un manto de verde y amarillo, los colores de la bandera brasileña pero apropiados por los bolsonaristas,
Las imágenes recordaban la invasión del edificio del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, en Washington, por partidarios del entonces presidente republicano Donald Trump, aliado de Bolsonaro.
A diferencia del ataque en la capital estadounidense, que ocurrió un miércoles, los edificios gubernamentales invadidos en Brasilia no albergaban trabajadores en su interior por el feriado dominical.
Pero la invasión del domingo en sí fue de mayor envergadura, porque además del Congreso los bolsonaristas rápidamente lograron ocupar y hacer desmanes también en el palacio presidencial de Planalto y la sede de la corte suprema.
A las afueras del Congreso, sobre el amplio engramado rodeado por los edificios de los ministerios, gente vestida de verde y amarillo, o con las banderas de Brasil al cuello se sentaban sobre el césped, mientras los helicópteros policiales sobrevolaban a poca altura.
Los manifestantes, que antes aplaudieron la llegada de policías a caballo lanzaban insultos a las bombas lacrimógenas que caían desde las aeronaves.
Dos patrullas de la policía federal que quedaron dentro del cerco de los manifestantes fueron vandalizadas y al menos una quemada, y los manifestantes robaron bastones de uso policial.
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"Vamos a regresar"
Una semana después de la toma de posesión del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil por tercera vez, los bolsonaristas descontentos con el resultado electoral desfilaron hasta la zona en la capital donde se concentran los tres poderes del Estado, la denominada Explanada de los Ministerios.
"Nosotros los patriotas fuimos robados en las urnas por Lula", dice a AFP Silva, que pide una "intervención militar" de los tres poderes del Estado.
El grito de "intervención militar" estalló por momentos entre la multitud que permaneció sobre el Congreso o sus alrededores a pesar del acecho de las lacrimógenas y la lluvia.
Algunos vinieron en familia y había personas mayores.
"Vine por la historia, por mis hijas", dijo Sarah Lima, ingeniera de producción, junto a sus niñas gemelas de 19 meses, las tres con la camisa amarilla de la Seleçao, un símbolo apropiado por los bolsonaristas.
La mujer vino desde Goianesia (ciudad a 300 km de Brasilia, en el vecino estado de Goiás), para pedir una nueva verificación de la elección del 30 de octubre que ganó Lula y "mostrar si realmente fue verdadera o no".
"No reconocemos este gobierno porque es ilegitimo", dice a AFP Víctor Rodrigues, que como otros cientos de bolsonaristas acampó desde los comicios ante el comando del Ejército en Brasilia para pedir una intervención militar e impedir la asunción de Lula.
Al caer la noche, la policía finalmente recuperó el edificio del Congreso, y los manifestantes comenzaron una marcha fuera de los predios gubernamentales.
Rodrígues, que dejó a su familia y su tienda está "prácticamente" cerrada por su compromiso político, dice que no cesará en su empeño.
"No retrocedemos, saldremos de aquí pero con seguridad vamos a regresar", afirma.