Práctica farmacéutica: una labor fundamental en la sociedad
El elemento fundamental de la profesión farmacéutica a nivel mundial es contribuir a la mejora de la salud, el bienestar de los pacientes debe ser la filosofía principal.
Desde la creación de la Organización Mundial de la Salud, OMS, los medicamentos han sido considerados insumos prioritarios para alcanzar el derecho al nivel máximo de salud, de esta manera reconocer el trabajo del farmacéutico, desde la práctica y la innovación científica, redefine el papel no solo del profesional, sino de los servicios farmacéuticos hacia la garantía de la atención integral y continua, respondiendo a las necesidades y problemas, tanto individuales como colectivos, de la salud global.
La promoción de la salud y la prevención de las enfermedades se han transformado en una demanda social creciente y, por tanto, en una de las misiones de todos los profesionales sanitarios, por esta razón, vale la pena acercar las políticas farmacéuticas a las políticas de salud, como una de las medidas necesarias para fortalecer los sistemas sanitarios.
El elemento fundamental de la profesión farmacéutica a nivel mundial es contribuir a la mejora de la salud, el bienestar de los pacientes debe ser la filosofía principal que subyace en el ejercicio profesional, sin dejar de lado que, se deben establecer estándares de buenas prácticas, y todos debemos cumplirlas.
En consecuencia con la Organización Panamericana de la Salud, OPS, “partiendo de que la Atención Primaria en Salud, APS, es un enfoque renovador de los modelos de salud, la formación de los profesionales sanitarios está encauzada a desarrollar su potencial para transformar el modelo tradicional de salud en uno basado en la participación social que pondere los componentes de la salud pública y que rompa con las prácticas convencionales, esto se ha convertido en un imperativo educativo, ya que la educación farmacéutica debe responder a los nuevos paradigmas sanitarios y a las necesidades de salud pública; formando profesionales alineados con estos objetivos y socialmente comprometidos”.
No debemos olvidar que, la industria farmacéutica constituye uno de los sectores clave a escala global en el reto de lograr que en 2030 los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, fijados por Naciones Unidas sean una realidad. En ese sentido, desde Pfizer trabajamos día a día para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas y fomentar un modelo basado en la investigación, el desarrollo y la innovación, lo que contribuye directa y activamente para que estos objetivos sean materializados en todo el mundo.
El protagonista debe ser siempre el paciente buscando integrar la salud y el bienestar de la población en todo nivel socioeconómico. Ahí el rol preponderante de los farmacéuticos quienes fijan su excelencia en beneficio de atender las necesidades de salud de la población.