¿Dónde queda el centro? | Por: Andrea Bernal
He escuchado que quienes se definen de centro son tibios: ni fu ni fa, ni de aquí ni de allá. Los críticos del centro dicen que es una posición muy cómoda.
Por: Andrea Bernal*
@andrebernal26 en Twitter
No me refiero al centro de Bogotá ni al de Quito ni al de Buenos Aires. Pregunto por ese centro del que algunos políticos terminan huyendo y aseguran que no existe. Y otros -en cambio- lo prefieren porque ahí hay sol y hay sombra.
Admito que a mí me gusta el centro. Puede ser diverso, puede tener de todo un poco, puede tomar ideas de la derecha, puede tomar ideas de la izquierda y unificarlas, para no caer en radicalismos en blancos y negros.
El centro tiene matices y es quizás en estos momentos que viven nuestros países donde necesitamos justamente más grises, más matices, menos: ‘están conmigo o en contra de mí’.
El problema con el centro es que tiene aprovechadores y de repente todos son de centro, y pareciera convertirse en una zona de confort para no tener que comprometerse políticamente.
He escuchado que quienes se definen de centro son tibios: ni fu ni fa, ni de aquí ni de allá. Los críticos del centro dicen que es una posición muy cómoda, que no tiene ninguna causa. Que, en cambio -por ejemplo- la derecha y la izquierda sí tienen causas claras y reales, además de evidentes.
¿Si pensamos en Colombia -por ejemplo- en Ecuador, en México y en otros países de América Latina podemos visualizar ese centro? Existen quienes lo representan o solo aparecen en campaña electoral para fungir de conciliadores y luego se sacan la careta.
¿Es el centro una alternativa política para nuestros países tan polarizados y tan divididos en torno a temas sociales, temas económicos, de libertades individuales fundamentales, donde la derecha y la izquierda pues nos han llevado a tener que tomar bandos sin quererlo?
Porque en medio de esta pandemia, de esta crisis económica, de la incertidumbre que nos rodea, lo importante, sobre todo, será cuidar la democracia, cuidarla del populismo, de los cantos de sirena, de quienes propondrán y exigirán cosas, que sí suenan muy lindas, pero que no son posibles de cumplir.
Y es ahí donde el centro puede que nos lleve a un camino un poco más seguro, más claro y con más encuentros que diferencias.
*Periodista y presentadora de Noticias RCN