Adoctrinades
3 temas simples y sin tanta carreta sobre los que debe preocuparse sin límites el nuevo gobierno que llegue a intentar arreglar estos 30 años de atraso y mucha vergüenza. Inversión sin pena en creatividad, deporte y cuidado y promoción de la niñez.
Ustedes se preguntarán ¿Y la seguridad? Y claro que es muy importante junto con el orden, el respeto institucional y el rigor jurídico. Pero déjenme les explico por qué estos 3 focos sociales deben ser los prioritarios para empezar desde cero.
La sustancial baja en presupuesto para la innovación, el empresariado y el desarrollo han sido determinantes en los intentos desesperados de millones de colombianos que han tenido que salir a rebuscarse su día a día, con sueños jodidísimos de emprendimiento con políticas diseñadas para asfixiar a quienes den ese paso. Muestras de esto es que el comercio, las empresas, y la misma informalidad están cascadas por los impuestos, las estigmatizaciones, y alguna porción de la ciudadanía que pretende que le regalen todo antes de sentarse al frente de su celular a monetizar likes como bodegas.
Bien se le atribuyen a Abraham Lincoln 8 leyes que dan muestra real de cómo se construye una nación fuerte desde sus inicios.
- No llegarás a la prosperidad, despreciando la economía.
- No se debe fortalecer al débil, debilitando al fuerte.
- No puedes ayudar al obrero, degradando al que le paga.
- No provoques cambios incitando al odio entre clases.
- No puedes ayudar al pobre, destruyendo al rico
- No puedes establecer una sociedad bien fundada a partir de subsidios o dinero prestado.
- No puedes darle valor al hombre, quitándole su iniciativa e independencia.
- No puedes ayudar a los ciudadanos, haciendo lo que ellos podrían hacer.
Ahí, en ese mismo eje de valor cívico, seguridad económica y proyecto real de libertad y progreso, es que surge la necesidad urgente y primaria del cuidado y la promoción de la niñez en Colombia. Sin rarezas, sin el fomento de confusiones patológicas de autopercepciones como disfraz para volarse requisitos legales, para faltar a las normas, o peor aún, para interpretar a su antojo las reglas claras de un Estado.
Hoy, según cifras de UNICEF, más de 4.2 millones de niños y adolescentes colombianos requieren ayuda humanitaria urgente. El gobierno falla en acceso a la educación, nutrición, prevención de embarazos tempranos, violencia intrafamiliar, seguridad y protección; todo esto sin contar con los incumplimientos en las cifras de educación y acceso a la fuente de desarrollo más importante de un país con tanto talento como Colombia: El Deporte, tema en el que sabemos cómo salió todo. Rechazamos Panamericanos, Fórmula Uno, ¡Hasta unos Intercolegiados! Que no hicieron.
No es justo que mientras el gobierno está ocupado buscándole puesto a un ministro que no sabe si aplicar como hombre o mujer para saltarse la ley, o mientras gradúan sin exámenes y con varios cuestionamientos a una viceministra, ni los niños, ni el deporte, ni la creatividad, tengan la esperanza de que les paren bolas.