2023: Un año de retos y buenas decisiones

Dejando atrás el 2022, comenzamos este nuevo año 2023 con muchos retos que enfrentar. El país cerró el año con la mayor inflación en este siglo, un 13.12 % que golpeará de manera inmediata nuestros bolsillos, ya que veremos incrementados los precios de alimentos y servicios que diariamente consumimos. Asimismo, tendremos que enfrentar una devaluación que nos empobrece cada día más ante el mundo y una reforma tributaria que entra en vigencia este año y que, entre otras cosas, va a aumentarle la carga impositiva a todos los empresarios y emprendedores, lo que pondrá en riesgo la generación de empleo en el país. A esto y otras decisiones del Gobierno, como el aumento del precio de la gasolina, nos enfrentaremos este 2023, y lo tendremos que hacer con la resiliencia y disciplina que nos caracteriza a los colombianos para salir adelante y superar estos retos.

Sin embargo, el 2023 no es solo de retos. Será el año de la responsabilidad ciudadana y la toma de buenas decisiones: podremos refrendar o castigar a nuestros mandatarios, ya que en el país se van a llevar a cabo las elecciones de alcaldes, gobernadores, concejales, diputados y ediles. Ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Barranquilla tendrán una gran relevancia en este primer corte que tendrá el presidente Petro. Las tres primeras ciudades están gobernadas por una marcada ideología de izquierda muy cercana al Gobierno, y que, en gran medida, fueron decisivas para que el proyecto de Gustavo Petro ganara las elecciones el año pasado.

Por el otro lado, Barranquilla y Bucaramanga se han mantenido al margen de ese estilo de Gobierno y han logrado mantener modelos de planeación a largo plazo para sus ciudades, que han desembocado en buenos resultados: mayor inversión y disminución en desempleo e inequidad. Sin embargo, el petrismo les tiene los ojos a estas dos ciudades y ya está calentando una campaña para quedarse con ellas en octubre. El Gobierno tiene claro que ganando estas ciudades sumará un peso importante a un capital político que hoy no está contando y organizado en las regiones.

Por esta razón, el año que empieza será de grandes retos, pero, ante todo, de grandes decisiones. Y como ciudadanos tenemos que ser muy responsables al momento de tomarlas y elegir a los nuevos mandatarios locales. En el caso de Bogotá, se tiene que decidir si se refrendará un modelo en donde prima la ideología por encima de la gerencia y ejecución que exige la capital de la República o un modelo donde prime el bienestar de los ciudadanos, buscando la solución real de los problemas que aquejan a la ciudad y una buena planeación, en donde se ejecuten las obras que por ejemplo el gobierno Duque dejó financiadas, como la calle 13, el Metro y la carrera Séptima hacia el norte.

Hoy Bogotá atraviesa uno de sus momentos más críticos en materia de seguridad y movilidad. Como Transmilenio, el sistema de transporte más importante que tiene la ciudad. Está atravesando su crisis más grande, poniendo en riesgo la movilidad diaria de más de cinco millones de colombianos. Hoy en día, el sistema pierde más de 8 mil millones de pesos semanales y la inseguridad está disparada: solo el hurto aumentó el año pasado un 135 %.

Para los que vivimos en Bogotá, este año tendremos la oportunidad de castigar o premiar este estilo de Gobierno que ha dejado muchos temas en descuido. En Medellín, tendrán la oportunidad de poder castigar a un mandatario que sin sonrojarse ha participado indebidamente en política, violando la ley de manera irresponsable. Los caleños también podrán tener la oportunidad de castigar la corrupción que prima en esa administración.

El 2023 será el año decisivo para poder cambiar y elegir de manera consciente, para poder tener personas al mando que les pongan freno a las malas decisiones tomadas por este Gobierno, y para que podamos tener nuevas ideas que propongan nuevos temas para que Colombia pueda estar mejor y así prepararnos para las elecciones presidenciales del 2026.

@camilorubianobe