Candidatos: ¡gasten, pero no tanto!

Señores candidatos, gasten lo permitido, pero por favor no derrochen la plata que sobrepasa los límites establecidos.


Carolina Fierro
nov 22 de 2021 06:55 a. m.
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Por Carolina Fierro*

@CaroFierroVal en Twitter

Como politóloga personalmente me apasiona la época electoral. Las campañas, las movidas políticas, las propuestas, las diferencias y las coincidencias entre candidatos y analizar el comportamiento de los electores me parece un tema apasionante. Pero este año hay algo que me cuestiona no solo como profesional sino como ciudadana colombiana y es el gasto real de los candidatos.

En un estudio realizado por la firma Cifras y Conceptos en el año 2014, encontró que la campaña al Congreso más barata costó 400 millones de pesos y la más costosa 12 mil millones de pesos. Esto fue hace 7 años, hoy en 2021 estos 12 mil millones equivalen calculen esa cifra a hoy 2021.

Como ya lo he dicho en otras ocasiones, el nuevo mantra político es “si tiene plata sale”, es decir que entre más plata se tenga es casi fijo que sea elegido y no por sus ideas o planteamientos o porque convenza al elector. El Consejo Nacional Electoral fija los topes, este año una lista al Senado vale noventa y seis mil doscientos quince millones ochocientos veintisiete mil doscientos treinta y un pesos. No es un solo candidato es la lista. Pero todos sabemos que además de las cuentas reportadas, y las cuentas claras hay un gasto oculto de millones de pesos en las campañas que dicen que tienen plata.

Hacer campaña es no solo necesario sino un imperativo para la democracia. El punto es pasarse los topes y gastar y gastar y gastar con tal de salir elegido. Señores candidatos, gasten lo necesario y lo permitido, pero por favor no derrochen la plata que sobrepasa los límites establecidos porque son recursos que literalmente van a la basura y además es un delito. La Ley 1864 de agosto de 2017 establece que quienes violen los topes o límites de gastos en las campañas electorales o utilicen recursos para la financiación de fuentes prohibidas enfrentarán penas de prisión que oscilan entre los cuatro y los ocho años, y pago de altas multas.

¡Ojo gerentes de campaña! En sus manos está el no incurrir en este delito. Y si queremos que el Congreso cambie como lo pedimos a gritos, empecemos por hacer campañas austeras, justas y ahorrativas, ¡porque desde ahí empieza el cambio!

*Politóloga.

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