El final de los partidos políticos
Asistimos a la muerte de los partidos políticos de la forma tradicional y habitual como la conocíamos.
Por Carolina Fierro
Estaban en agonía desde hace años y con la pasada vuelta presidencial del 29 de Mayo, quedó claro que los partidos antiguos y aún los nacidos en este siglo en Colombia, no deben reinventarse sino casi que volver a empezar de cero, pues la realidad en que operan es una completamente diferente a la democracia de hace años en la que nacieron.
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El fenómeno de cambio del sistema democrático no es solo en el país sino en el mundo. Hoy hay un nuevo entorno para los partidos políticos que debe ser considerado de manera muy profunda para nacer nuevamente: nos enfrentamos a una fragmentación, polarización y cambio de la dinámica social.
Aunque los partidos llamados tradicionales como el Liberal, Conservador, de la U o el Partido Verde, jugaron un papel importante en la primera vuelta presidencial, los dos candidatos clasificados para la segunda vuelta pertenecen a movimientos recientes y creados para atender el proceso electoral de Congreso y Presidencia.El Pacto Histórico creado en 2021 producto de la unión electoral de pequeños partidos y movimientos de izquierda y el movimiento de Rodolfo Hernández denominado Liga de Gobernantes Anticorrupción.
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Estamos ante unas elecciones presidenciales decisivas en donde cambiará el rumbo del país no solo porque los dos posibles presidentes de Colombia plantean cambios profundos en diferentes aspectos de la vida nacional, sino porque el sistema democrático también está sufriendo grandes cambios que los partidos deben interpretar y reformar lo más pronto posible.
Hoy en la era de Internet convocar para acciones políticas es fácil de organizar, pero muy difícil de mantener. Y los partidos políticos colombianos deben resolver los retos de la participación política, del compromiso de sus miembros y no solo atraer sino mantener la lealtad de quienes se involucren con las ideas de un partido político, porque ya quedó bastante claro que el camino recorrido, las prácticas tradicionales, y el planteamiento de los partidos, los cuales son esenciales en una democracia, definitivamente se agotó.