Boyacá construye el Metro de Bogotá
Colombia se construye desde sus regiones.
El país es el resultado de esfuerzos colectivos que, desde distintos rincones del territorio, se proyectan hacia toda la sociedad y transforman la calidad de vida de los ciudadanos. Ese principio, a veces visto como una metáfora, es una realidad tangible para Boyacá, evidenciada hoy en el megaproyecto más estratégico que tiene el país: el Metro de Bogotá.
La dimensión de esta iniciativa va más allá de su valor económico, ya de por sí importante, y está dada por el impacto que el Metro tendrá para millones de colombianos que, provenientes de diferentes partes del territorio nacional, llaman casa a Bogotá. De ahí que, más que ser una obra para la capital, sea una semilla de progreso para todo un país que en su construcción ve representados los anhelos de generaciones anteriores y presentes.
En este contexto, Boyacá ha contribuido de manera decisiva a hacer realidad este sueño gracias a la fortaleza y diversidad de su aparato productivo y la riqueza de su talento humano. Desde la fabricación de acero, pasando por el suministro de la maquinaria para mover equipos pesados y grandes estructuras, hasta el traslado de los vagones, este proyecto lleva con orgullo el sello “made in Boyacá”.
Detrás de estos logros hay una historia empresarial de casi ochenta años, representada en marcas boyacenses, de origen o por elección, que recogen el trabajo de al menos cuatro generaciones de boyacenses que hoy ponen su talento y audacia al servicio del Metro de Bogotá, aportando a través de su materialización a la mejora de la calidad de vida en la capital.
Honrando su legado como cuna de las grandes empresas de transporte y logística del país, Cargando suministra el acero que hace posible esta obra; un acero que también lleva el sello de Boyacá, al ser elaborado por Diaco y PazdelRío desde sus plantas en el departamento. Al mismo tiempo, Tractec diseña a la medida las camabajas encargadas de transportar las dovelas, las vigas lanzadoras y los equipos de gran tamaño, mientras que Invertrac ofrece el servicio logístico para movilizar estas cargas especiales, extrapesadas y extradimensionadas. A este esfuerzo se suma Transportes Montejo, responsable del traslado de los rieles y de los primeros vagones a lo largo de los más de 900 kilómetros que unen a Cartagena con Bogotá.
Estos aportes no solo evidencian la capacidad industrial de Boyacá, sino también la importancia de articular el talento regional con los grandes proyectos nacionales. Cada empresa que participa demuestra que la descentralización no es un discurso sino una oportunidad real de desarrollo, en la que las regiones pueden convertirse en protagonistas del avance colectivo.
El Metro de Bogotá, en esa medida, es también una vitrina del potencial boyacense. Sus insumos, su ingeniería y su logística dan cuenta de un sector empresarial sólido, visionario y comprometido con la construcción de país. Son empresas que compiten en mercados globales, producen desde la región y generan oportunidades y esperanza para el país. No se trata simplemente de acero, maquinaria, logística o transporte. Es la expresión de un espíritu regional que concibe la construcción del progreso nacional como el resultado de trabajar en equipo, teniendo la humildad de reconocernos como parte de un todo superior, y la grandeza de avanzar con el concurso de todos.
Por eso, cuando el primer tren comience a movilizar pasajeros, no solo será un logro para Bogotá. Será un testimonio del poder de las regiones y un recordatorio permanente de que Colombia avanza cuando cada territorio aporta lo mejor de sí. Por eso, con mucho orgullo decimos: ¡Boyacá construye el Metro de Bogotá!