Bolsonaro y Lula: el espejo de polarización de la región

Las emociones electorales del balotaje en Brasil serán definidas por el voto de rechazo.


Jairo Libreros
oct 05 de 2022 06:00 a. m.
Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

En la primera vuelta presidencial el voto oculto y el voto vergonzante fueron los protagonistas, pero las emociones electorales del balotaje serán definidas por el voto de rechazo.

A diferencia de lo ocurrido en Perú, Chile y Colombia, países en donde los ciudadanos votaron en medio del descontento popular en contra de las élites políticas, los brasileños zanjaron diferencias entre los dos candidatos que mejor representan el oficialismo político-electoral. El expresidente Lula da Silva, quien ganó la primera vuelta con el 48% de la votación, se enfrentará en el balotaje con el actual presidente Jair Bolsonaro, quien obtuvo el 43% de los votos.

En Perú, Alberto Castillo ganó la primera vuelta y conquistó la Presidencia en el balotaje con el 50% superando a Keiko Fujimori por 44.058 votos; en Chile Gabriel Boric, quien en primera vuelta ocupó el segundo lugar se impuso en la segunda vuelta como presidente con el 56%, esto es, 970.802 votos por encima de José Kast; y en Colombia, Gustavo Petro ganó la primera vuelta y la presidencia en la segunda con el 50%, una diferencia de 700.601 votos frente a Rodolfo Hernández.

Encontrar un patrón regional en las últimas elecciones presidenciales que permita anticipar los resultados finales es una tarea titánica o imposible, por lo menos en Suramérica. No es un tema de encuestas, vueltas y números, sino de emociones electorales. En la primera vuelta en Brasil, la gran mayoría de firmas encuestadoras acertaron en el promedio de votación de Lula, pero no en el porcentaje de Bolsonaro, a quien ubicaron entre 10 y 14 puntos por debajo de Lula.

En esa primera vuelta presidencial algunos analistas explicaron el desfase entre las encuestas y los resultados de la primera vuelta con el término voto oculto, es decir, el voto que es depositado sin ser dado a conocer con anticipación por motivos de indecisión y prudencia frente al entorno social del votante. Y otros analistas explican el mismo desfase con el término voto vergonzante, esto es, el voto depositado en las urnas que no fue revelado por el votante ante el temor a ser señalado y excluido de su entorno social.

Si bien la diferencia entre el voto oculto y el voto vergonzante es tenue, las dos categorías son diferentes y están enmarcadas dentro de las emociones electorales, en ese sentimiento individual que ata a las personas a las preferencias sociales de su círculo más próximo o cercano. Es un asunto de aceptación social, que no distingue condición política, económica ni intelectual, lo cual hace que pase por debajo del radar de las encuestas, sondeos o consultas a boca de urna.

¿El voto oculto y el voto vergonzante serán decisivos en el balotaje en Brasil? Muy poco. Su peso electoral será menor. Mínimo. No tendrá la capacidad de definir quién será el nuevo inquilino en Palacio de Planalto, porque las cartas han sido destapadas en las urnas de la primera vuelta presidencial. El voto que sí definirá el triunfo en la segunda vuelta es el voto de rechazo, que también es un asunto de emociones electorales.

En conclusión, el candidato que logre desmontar su mala imagen cabalgando en consignas de rechazo frente a su adversario ganará el balotaje. La hoja de ruta también tendrá en cuenta la demostración de ejecutorias presidenciales y las nuevas ideas de política pública, pero el factor determinante de las emociones electorales es el menor nivel de rechazo, y en este punto Lula da Silva lleva la ventaja, simplemente porque es más asertivo.

@JairoLibreros
Editor y analista político de Noticias RCN y NTN24 

Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

Otras noticias