¿Dónde estaban los volantes de marca?

A mi juicio ayer el gran error del técnico del Manchester City, Pep Guardiola, fue diseñar una alineación sin volantes de marca, o de recuperación.


Jorge Hernán Peláez
may 30 de 2021 09:59 a. m.
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El equipo azul de Londres, Chelsea, derrotó ayer al Manchester City 1-0 en la final de la liga de campeones de Europa que se llevó a cabo en el estadio del Dragón en Oporto, Portugal. El único gol del encuentro lo marcó un joven alemán de apenas 21 años, Kai Havertz, que fue titular sorpresivamente cuando el técnico Thomas Tuchel decidió incluirlo para este último partido en reemplazo del norteamericano Christian Pulisic, quien venía siendo riguroso titular. 

Fue el primer gol de Havertz en toda la Liga de Campeones. El técnico explicó a la prensa antes del partido que la decisión era difícil pero que esperaba que el ingreso del juvenil alemán lograra el efecto “revulsivo” y efectivamente lo consiguió.

A mi juicio ayer el gran error del técnico del Manchester City, Pep Guardiola, fue diseñar una alineación sin volantes de marca, o de recuperación. Por más ofensivo que sea un equipo se debe tener al menos uno de ese perfil pues cumplen una función específica y fundamental. No importa si se va ganando o perdiendo, el volante de recuperación logra ser la pieza de equilibrio de un equipo. 

Chelsea apostó por dos: el francés campeón del mundo Kanté y el brasilero Jorginho, que en el pasado tuvo la opción de ser fichado por el Manchester City, pero dijo que luego de una conversación con su madre, Teresa Freitas, esta le ayudó a tomar la decisión de firmar por el equipo de Londres.

Kanté sin duda fue la gran figura del partido, y el bloque defensivo de Chelsea logró enredar todo el segundo tiempo al equipo que en el papel era el favorito, pero al que le costó caro la decisión del técnico Guardiola. 

La jugada de gol vino en un contragolpe finalizando el primer tiempo, y claramente, se ve el desbalance entre defensa y ataque, dejando inclusive un espacio monumental entre los defensores que capitalizó Havertz, quien además se dio el lujo de eludir al arquero antes de anotar. Un gol que vale millones y que refuerza una de las grandes enseñanzas del fútbol: jugar sin volantes de recuperación es muy parecido a la ruleta rusa. Gran equipo el Chelsea, con un técnico explosivo y terco, que le ganó nuevamente la mano a Guardiola en esta Liga.

*Matemático. Periodista y columnista.

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