Influencers en política

La era digital motivó la aparición de algunos personajes que hoy en día los conocemos como “influencers”. Por esta razón, el tema de esta semana será analizar el fenómeno de los influencers que les “pica la curiosidad” de meterse en política. Los políticos que deciden convertirse en influencers serán tema de conversación para una próxima columna.

Los influencers son personas que gracias a su constante nivel de exposición en el mundo digital han alcanzado un gran reconocimiento por parte de los usuarios de redes sociales. Ese reconocimiento llega con un importante número de seguidores, personas con quienes interactúan para fortalecer su comunidad digital.

Para comenzar, estas personas surgen como figuras que ejercen cierto poder en sus seguidores, gracias a que son capaces de moldear opiniones y dirigir el comportamiento de sus masas. Teniendo en cuenta esto, el potencial de un influencer en política es tan grande que muchos se han dado cuenta y lo han sabido aprovechar. Cuando estas personas incursionan en política son capaces de utilizar sus plataformas en línea para promover sus ideologías, respaldar candidatos y fomentar la participación de la ciudadanía. Lo más interesante es que son capaces de hacer esto a través de contenidos orgánicos que atrapan a las personas y movilizan a sus seguidores para que participen en procesos electorales y políticos.

Uno de los aspectos más destacados del impacto de los influencers en política es su capacidad para llegar a audiencias jóvenes. Se sabe que el público joven es aquel grupo poblacional incomprendido y desinteresado de la política. La verdad es que, aunque muchos aseguren saber qué quieren los jóvenes, la realidad es que nadie sabe. El - no saber - no se debe a la ignorancia, simplemente se debe a que la categoría “jóvenes” es tan amplia que difícilmente se logrará impactar a todos con una misma estrategia. (Spoiler de mi próxima columna)

A través del uso de plataformas digitales como Instagram, TikTok y YouTube, los influencers han logrado eliminar algunas barreras para comunicarse efectivamente con una generación que a menudo se siente desconectada de los procesos políticos del país y del mundo. Cabe resaltar que el uso de redes sociales ha permitido ampliar el alcance de los mensajes políticos, y democratizar el acceso a la información de la política para hacerla más cercana y digerible a grandes audiencias.

Cada día son más los influencers capaces de irrumpir en la esfera política y desempeñar papeles más relevantes a nivel nacional. En el caso colombiano se han visto casos como el Senador Jota Pe Hernández y los concejales Ángelo Schiavenato y Julián Triana en la capital. Estas personas han explotado el potencial de sus redes sociales de distintas maneras para crear comunidad y tener bases de respaldo a sus proyectos políticos.

No obstante, a medida que estas figuras ganan más seguidores y poder, también pueden convertirse en canales para la manipulación o la cooptación por parte de intereses políticos o económicos. Además, la falta de regulación en este espacio puede dar lugar a la difusión de desinformación o al abuso de la confianza del público.

Por otro lado, surgen algunas críticas que señalan que los influencers en política podrían contribuir a la politización del espectáculo en lugar de promover un debate serio, informado y reflexivo sobre temas cruciales en el país. El influencer que decida ejercer la política con el mayor profesionalismo posible será capaz de desempeñar un papel constructivo en el fortalecimiento de la democracia y la promoción del debate político de altura.

Los influencers en política llegaron para quedarse porque representan una forma novedosa y poderosa para entrar en esa lucha por el poder que señalaba Maquiavelo. Son verdaderos movilizadores de opinión, y si se lo proponen será capaces de movilizar estructuras para alcanzar sus objetivos personales y políticos. ¿Tendremos más dirigentes influencers o los políticos se convertirán en los nuevos influencers? Ya veremos qué depara este espectáculo de la política.

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Juan Carlos Bolívar
@juancarbolivar