Jóvenes en el centro ¿muy tibios?
La posición de centro no es una falta de carácter político, es una declaración contundente de insatisfacción política y una demanda de mejores referentes.
Permanentemente ha existido la discusión sobre definir la posición política de las personas. “Uno es de derecha o es de izquierda, realmente, el centro político es un lugar abstracto, gris, sin sabor, aburrido y ambiguo”, escuché hace un tiempo. Los más sensacionalistas llaman "fachos" a quienes se identifican con la derecha, y "comunistas" a quienes se inclinan más por la izquierda. Para ser honestos, en la teoría y en la práctica, estos términos tienen muchos matices según la coyuntura política del país o la región.
En el caso de los jóvenes en Colombia sus inclinaciones políticas se definen de la siguiente manera: 54% de centro, 28% de derecha y 18% de izquierda, según el Noveno Estudio de Percepción de Jóvenes de la Universidad del Rosario y Cifras y Conceptos. En este contexto, surge una pregunta crucial: ¿Los jóvenes están más en una ideología de centro porque son “tibios”? o ¿son los jóvenes incapaces de tener una posición clara? La respuesta a cualquiera de estas preguntas es no y vale la pena indagar al respecto.
Es evidente que la mayoría se autodenomina en el espectro político de “centro”. No obstante, como persona y joven que alguna vez compartió esa postura, debo reconocer que el centro político no es algo palpable, es ambiguo, se queda corto y no es lo que busca la mayoría. En el fondo, esa autodenominación del “centro político” es más bien una representación del voto blando o voto de opinión que predomina en nuestra sociedad, y representa la indecisión de quien no se identifica con la izquierda o la derecha plenamente.
Cuando se habla del “centro político”, se suele hacer semejanza a una “ideología de consensos”, sin embargo, en la práctica y la dinámica política, la izquierda y la derecha pueden ser igual de capaces para llegar a consensos. Si dejamos de romantizar el centro político será más fácil entender que cuando un joven asemeja su posición política a este aspecto intermedio, estará reflejando una visión de protesta ante la incapacidad de la izquierda y la derecha para conectar con la gente y establecer posturas claras.
¿Es responsabilidad de la derecha y la izquierda que el centro político sea el “lugar cómodo” al que acuden los ciudadanos cuando les preguntan sus posturas políticas? Evidentemente sí. La preferencia de los jóvenes por el centro político no se debe a las “bondades” de este espectro, sino a una voz de protesta que cuestiona a la izquierda y la derecha por una mala representación de quienes ocupan cargos de poder. Y si aún no se convencen ¿alguien sabe si actualmente existe alguna diferencia entre el Partido Liberal y el Partido Conservador más allá de sus colores? Es más, lo que los une, que la diferencia ideológica que los separa.
Es importante entender que los jóvenes no son tibios. Al contrario, están a la expectativa de una ideología política que logre representarlos adecuadamente. Están en busca de propuestas que sean realistas, concretas y que no repitan los errores del pasado. La posición de centro tampoco es una falta de carácter político, sino una declaración contundente de insatisfacción política y una demanda de mejores referentes.
De acuerdo con el Noveno Estudio de Percepción de Jóvenes, se ha observado que el pulso por ahora lo va ganando la derecha, que ha capitalizado el descontento de la juventud que creyó en las promesas vacías de la izquierda, aquellas promesas en las que confiaron en algún momento. Este fenómeno se puede entender como una reacción natural frente a la decepción con las políticas de izquierda que no han logrado cumplir con las expectativas generadas. En otras palabras, es el resultado del populismo que, al alejarse del posibilismo, creó grandes expectativas que derivaron en enormes decepciones.
Los jóvenes buscan un liderazgo político que no solo hable de cambios, sino que los implemente de manera efectiva y transparente. Están cansados de los discursos polarizadores que no llevan a soluciones concretas y que solo perpetúan la división y el conflicto.
En conclusión, la preferencia de los jóvenes por el centro no debe ser vista como una falta de decisión o de carácter político, sino como una respuesta lógica que cuestiona las capacidades de liderazgo en la izquierda y la derecha. Es una manifestación de su deseo de encontrar una representación política que realmente aborde sus preocupaciones y necesidades. La juventud no es tibia; está en busca de un nuevo camino que ofrezca soluciones reales y duraderas.