El regreso de las ‘low cost’
El Gobierno confía en que Viva y Ultra Air vuelvan a volar antes de que termine abril, lo que le daría un respiro antes de las vacaciones de mitad de año.
La pandemia del coronavirus fue un fenómeno sin precedentes para la industria aeronáutica de todo el mundo. Por lo menos 20 aerolíneas de distintos países (Italia, Argentina, Alemania, China, entre otros) cesaron sus operaciones en 2020 debido a la difícil situación que generó la covid-19.
Las aerolíneas que operan en Colombia también sintieron el golpe. Avianca entró en proceso de reorganización amparado en el Capítulo 11 de la ley de Estados Unidos. Otras compañías como Jetsmart y Latam se refugiaron en sus inversionistas para poder sobrevivir al confinamiento.
Tres años después del coronavirus, las aerolíneas siguen sintiendo en sus estados financieros los efectos del confinamiento. Aquí las más perjudicadas son las empresas de bajo costo (como Viva Air), cuyos márgenes de rentabilidad son muy pocos (menos de un dólar por tiquete vendido), y a las cuales se les sumó un contexto macroeconómico complicado: devaluación, aumento de precios de los combustibles y la subida de las tasas de interés.
Viva Air nunca pudo recuperarse del todo y, desde el año pasado, envió alertas de una difícil situación financiera. Por su parte, Ultra Air, que se creó después de la pandemia por William Shaw (la mente maestra detrás del éxito de Viva Air), no logró consolidar una posición fuerte de caja que le permitiera cumplir con sus obligaciones mensuales.
El desenlace de la historia es lo que todo el mundo ya conoce: el 28 de febrero de 2023 Viva dejó de volar y Ultra siguió sus pasos desde el 25 de marzo. Esta decisión ha afectado a más de 500.000 pasajeros de todo el país y le arruinó las vacaciones de Semana Santa a miles de personas más.
La crisis para el Gobierno
El modelo de las aerolíneas de bajo costo tuvo mucho éxito en Colombia gracias a que “democratizó” los viajes por avión. Para las clases medias/bajas era más fácil comprar un tiquete a Cartagena en $200.000 por Viva o Ultra, que pagar los $600.000 que cuesta en Avianca o Latam.
Precisamente, ese “éxito” fue el que le generó una crisis al ministro de Transporte, Guillermo Reyes, cuando los aeropuertos de todo el país se abarrotaron de gente que no podía tomar los vuelos, muchos de ellos comprados con los ahorros de años de trabajo.
Una de las banderas del Gobierno es el turismo como principal motor de la economía nacional. Sin embargo, hasta el momento el turismo es uno de los sectores que más se ha visto afectado en estos meses de Gobierno, no solo por el contexto macroeconómico ya descrito, sino también por decisiones gubernamentales como el regreso del 19% al IVA en los tiquetes aéreos.
La Semana Santa de 2023 ha sido la peor de los últimos años en temas de ocupación hotelera. De acuerdo con cifras de Cotelco, la ocupación disminuyó, en promedio, 7,4% en comparación con la misma temporada del 2022.
La agremiación incluso reveló que en zonas como San Andrés, la ocupación hotelera fue la peor en 20 años al ubicarse en el 18%.
“En 13 departamentos del país se reportaron pérdidas económicas respecto a la Semana Santa del 2022, algunos de ellos superando el 40% como: San Andrés y Providencia, Cauca, Caldas, Tolima y Cesar”, dijo Cotelco, proyectando que el total de pérdidas de la industria ascendió a $136.000 millones.
El afán de la integración
La situación para el Gobierno pudo ser mucho peor, si no hubiera sido por Avianca. Desde la cancelación de vuelos por parte de Viva Air, Avianca reacomodó sin costo alguno a más de 123.000 personas que tenían tiquetes con Ultra o Viva. De hecho, la aerolínea ha venido extendiendo el periodo de ayuda y es la única que todavía reubica pasajeros de manera gratuita.
“Nos hemos gastado más de US$1 millón en vuelos adicionales. Las sillas que hemos bloqueado para esta coyuntura son más o menos 22.000 sillas en un principio. El costo no es solamente las sillas, sino el combustible adicional para cargar el avión. La naturaleza de esto no es pasarle una cuenta de cobro al Gobierno”, dijo en días pasados a Noticias RCN, Julián Laverde, Vicepresidente de Operaciones de la Red y Aeropuertos de Avianca.
A la vez que Avianca, solidariamente, sigue reubicando a pasajeros de Viva y Ultra, el ministro Reyes presiona a la Aerocivil para que defina los términos de la integración entre Avianca y Ultra, solicitada desde agosto del 2022 y la cual ya fue aprobada días atrás.
La semana pasada, Reyes advirtió que antes de que acabe abril, la integración entre ambas aerolíneas debe estar resuelta, para que así Avianca entre a operar los 11 aviones que aún tiene Viva y esta vuelva a volar en los próximos días.
En el caso de Ultra, Reyes reveló que hay un proceso de capitalización “avanzado” por medio del cual le entraría liquidez a la aerolínea, lo que le permitiría retomar sus funciones, según el ministro, también antes de abril.
Si bien el regreso de las aerolíneas de bajo costo es una buena noticia para el mercado aéreo colombiano, para algunos es preocupante el poderío con el que podría quedar Avianca, pues se integrarán la primera y tercera aerolínea más grandes del país.
Eso sí, se espera que la Aerocivil dé los últimos detalles de los condicionamientos que tendrá la integración, entre los que se encuentra la devolución de “slots” o cupos de Avianca y Viva en varios aeropuertos, en especial El Dorado.