Bienes del narcotráfico: un chicharrón
Desde hace mucho tiempo el Gobierno Nacional ha intentado vender esos bienes para recibir unos recursos e incorporarlos al presupuesto nacional.
Aunque es interesante la idea del presidente Petro de entregar los bienes del narcotráfico a organizaciones campesinas, cooperativas urbanas de jóvenes productivos y asociaciones populares femeninas, se queda corta. Deja por fuera a las víctimas del narcotráfico que, de alguna manera, tienen derecho a ser reparadas y a las ciudades en las que se libró esa sangrienta guerra.
Además, con la misma contundencia que el presidente hace esta propuesta, debe rechazar la invasión de bienes públicos o privados en general y, en particular, la que ocurrió esta semana en el predio de la Sociedad de Activos Especiales -SAE- ubicado en el municipio de Dagua, Valle del Cauca, y que está en poder de la fundación Paz Animal desde hace más de 20 años. El Estado no le puede permitir a nadie, ni por acción ni por omisión, que use las vías de hecho para apropiarse de bienes, en eso tenemos que estar de acuerdo todos los que defendemos la democracia y el estado de derecho.
Las sociedades que han sido víctimas del flagelo del narcotráfico tienen derecho a ser reparadas por el daño causado por éste. Algunos de esos bienes, los más estratégicos, deben convertirse en espacios para el uso y goce de los ciudadanos en general, en espacios de paz y reconciliación, en grandes parques o lugares para la cultura, el deporte, la educación o el turismo; lugares que le muestren a propios y extraños la horrible maldición del narcotráfico y todo el sufrimiento que tuvieron que soportar miles y miles de ciudadanos y, de esta manera, se contribuya al rechazo cultural de la violencia y a la no repetición de estos hechos. Por ejemplo, el 31% de todos los bienes extintos al narcotráfico están en el Valle del Cauca, seguido por Cundinamarca con el 13% y por Antioquia con el 10%. Por estos territorios se debería comenzar la entrega de parte de estos bienes con dichos fines.
Desde hace mucho tiempo el Gobierno Nacional ha intentado vender esos bienes para recibir unos recursos e incorporarlos al presupuesto nacional, pero los resultados han sido muy pobres, tal vez, entre otras cosas, porque nadie quiere comprar unos bienes que luego puedan querer reclamar sus antiguos dueños cuando salgan de la cárcel o sus herederos o testaferros. Debemos cambiar de estrategia porque no han funcionado las que hasta ahora se han puesto en práctica.
Hay que decir, también, que todos los bienes incautados al narcotráfico no sirven para el propósito mencionado por el presidente. Cuando uno revisa el tipo de bienes que tiene la SAE, hay de todo: Predios urbanos, rurales, oficinas, casas, fincas, lotes en lugares urbanos muy estratégicos, entre otros. Hay cerca de 20.000 bienes entre extintos y en proceso de extinción (SAE, 2020), ¡hay muchísimos¡ y no todos se deben usar para el mismo propósito, hay que separarlos y destinarlos a objetivos distintos. Con algunos se puede seguir la idea de venderlos, otros se pueden destinar a cumplir la propuesta del Presidente y otros se deberían entregar de manera gratuita a los municipios víctimas del narcotráfico.
@ReyesKuri
Abogado - exrepresentante a la Cámara