En la era de Gustavo Petro el futuro sí tiene esperanza

Este siete de agosto se da inicio a uno de los mayores compromisos sociales y económicos que haya tenido un gobernante a lo largo de nuestra historia. La mayoría de mandatarios ha hablado de cambio, pero el cambio prometido no se ha producido. 

Para lograr este cambio el gobierno debe trabajar en tres retos económicos que, si logra superarlos, auguro que la presidencia de Gustavo Petro será una de las mejores que hayamos tenido. El primer reto económico del próximo gobierno será recuperar la confianza inversionista, permitiendo que, una vez pasen los efectos de la reactivación, se mantenga la tasa de crecimiento de la economía entre el 3.5 % y el 4.5 %.

Para ello debe presentar una reforma estructural que permita ajustar las cargas tributarias de las empresas en pro de su competitividad, racionalizando los beneficios tributarios costosos que no generan valor agregado a la economía, pero en cambio producen inequidad entre los actores contribuyentes. El objetivo es consolidar un sistema de reglas para que todos los actores paguen impuestos de acuerdo a sus capacidades y realidades económicas. No más beneficios injustificados en la renta de personas "super ricas" y menos cargas injustas a la clase media del país.

El segundo reto está relacionado con el éxito que tenga dicha Reforma Tributaria. El país debe avanzar hacia la consolidación de una senda fiscal sostenible, la cual dependerá del monto de los ingresos que se puedan recaudar cuando se convierta en ley de la República. Yo esperaría de este gobierno un plan austero de los gastos de financiamiento y una estrategia clara para reducir el déficit fiscal de forma anticipada. Como Presidenta de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, prestaré especial atención a la manera como se va aprobar la nueva Reforma Tributaria y el Presupuesto General de la Nación para el 2023.

El Presupuesto General de la Nación que presenta el gobierno saliente está por completo desconectado de la realidad fiscal y social que vive el país. Me sorprende que para el 2023 se tenga una reducción importante del componente de inversión del 9.82%, mientras que los gastos de funcionamiento aumentan un 18.7%. No entiendo por qué, en un momento de austeridad fiscal, se sigue aumentando el tamaño del Estado, en vez de redireccionar estos recursos para disminuir las inequidades sociales.

Finalmente, el último reto económico será reducir las tensiones sociales que vive el país. Para ello, este gobierno junto con el Congreso de la República deberá construir un Plan Nacional de Desarrollo ampliamente representativo en el cual converjan cada una de las necesidades que se han manifestado en las marchas ciudadanas a lo largo de estos últimos 4 años.

Es importante anotar que este Plan Nacional de Desarrollo sólo tendrá éxito si logramos sacar adelante la Reforma tributaria. Necesitamos recursos para financiar los programas sociales y así avanzar en la reducción de la pobreza. Tenemos que hacer sincronía con el próximo presupuesto, el cual debe estar acorde para financiar el primer año de dicho plan. 

Es inaceptable la reducción del 19% de los recursos para agricultura y desarrollo rural en el 2023. Es una situación que pone en peligro la recuperación del sector, más aún teniendo en cuenta que el campo necesita al menos 4.5 billones de pesos para reactivarse. Asimismo, el sector de inclusión social y reconciliación, que fundamenta programas de asistencia social, tuvo un recorte del 23.1% poniendo igualmente en riesgo la lucha contra la pobreza. 

Mi compromiso es con los colombianos. En los debates del Congreso de la República buscaré reorganizar los rubros de gasto para alinearlos con los propósitos del gobierno del Presidente Petro. Aprovecho para hacer un llamado a todos los actores económicos, políticos y sociales del país para sacar adelante esta Reforma Tributaria. Estaremos vigilantes para que los recursos recaudados sean adecuadamente invertidos.

@MirandaBogota