Lo bueno, lo malo y lo feo de la Reforma Política
En democracia estábamos dispuestos a dar las discusiones para lograr una Reforma Política real, de frente a las exigencias del pueblo colombiano.
La Reforma Política llegó al Congreso de la República con su radicación en el Senado el 11 de agosto de 2022. Su presentación generó expectativas, porque, para muchos, era admirable la determinación del Gobierno Nacional de trabajar por lo que considera el cambio, desde los primeros días del mandato presidencial. Aunque debatibles, las propuestas incluidas en lo radicado eran aceptables. En democracia estábamos dispuestos a dar las discusiones para lograr una Reforma Política real, de frente a las exigencias del pueblo colombiano.
Sin embargo, en el camino su intención se fue desdibujando. En su tránsito por el Senado y hasta su paso por la Cámara, el Proyecto de Acto Legislativo No.243 de 2022 Cámara – 018-2022 Senado acumulado con los Proyectos de Acto Legislativo No. 006, 016 y 026 de 2022 en Primera vuelta, que adopta la Reforma Política, tuvo varios tintes que considero antidemocráticos, porque algunos políticos incluyeron micos. El primero, tener como única opción las listas cerradas; para mí, esta propuesta limita la posibilidad a los ciudadanos de elegir directamente por quién votar.
Cuando pensaba que las cosas “malas” no podrían ser “feas”, llegó el informe de conciliación el 14 de diciembre de 2022 a la Plenaria de la Cámara. En ella se revivió un parágrafo que fue aprobado en el Senado, pero eliminado en la Comisión Primera de la Cámara, que modifica el artículo 262 de la Constitución Política. Este orangután expresa textualmente que: Para la organización de estas listas, por una única vez, se podrá tener en cuenta el orden de elección, sin condicionamiento de género, del último periodo constitucional para la respectiva corporación.
En palabras castizas, lo anterior se traduce en votar la reelección en el 2026 del actual Congreso, siendo irrelevante que los ciudadanos acudan a las urnas, porque este artículo nos permitiría atornillarnos en el poder por cuatro años más. Y si fuera poco, esta Reforma Política busca eliminar la protección de las minorías que tanto luchamos los partidos alternativos que hoy somos gobierno.
Es lamentable que los colombianos vean un Congreso que piensa y trabaja para ellos y no para los colombianos. Aun así, quiero expresarles que sigo firme en mi posición de defender los intereses de todos; y que, a pesar de haber sido aprobado el informe de conciliación con tal parágrafo, al Proyecto de Acto Legislativo le quedan cuatro debates más en el Congreso, por lo que espero -y así lo ha demostrado el Gobierno- podamos concertar y eliminar todas las propuestas que sean contrarias al bienestar de la ciudadanía.
Por último, hago un llamado respetuoso al Gobierno Nacional. Soy consciente que, el resultado que hoy tenemos de la primera vuelta de la Reforma no revela la intencionalidad del Presidente Gustavo Petro y mucho menos de su línea de Gobierno. Pero, no podemos permitir que, en el afán de aprobar una Reforma se tergiverse la intención real de cambio, progreso y lucha contra la corrupción.
Solo me resta decir que los principios democráticos no son una apuesta al azar, ni dependen del Gobierno turno. La coherencia debe ser nuestro pilar y dirección.
Katherine Miranda
@MirandaBogota