8M: la conmemoración de una lucha que no acaba

Este 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, una fecha que conmemora la lucha de las mujeres a lo largo de la historia y que se ha convertido en un espacio dedicado a reivindicar los triunfos del movimiento feminista en busca de la equidad.

Por décadas, mujeres del mundo se han echado a cuestas luchas importantes para ser reconocidas en campos dominados por hombres, han roto esquemas para demostrar que son capaces de hacer historia, han subido a podios del deporte, ganado grandes premios de ciencia y literatura, han llegado a la política para hacer la diferencia y dejar claro que también tienen derecho a participar y tomar decisiones.

Desde las sufragistas en la primera ola del feminismo en Gran Bretaña, pasando por la incorporación de las mujeres a la fuerza laboral en medio de la Segunda Guerra Mundial, la liberación sexual de los años 60, el surgimiento de las nuevas interpretaciones de género y la búsqueda por la restructuración social basada en el patriarcado, hasta los movimientos del #MeToo impulsados por el uso de las tecnologías en esta época; las mujeres han estado frente a un campo de batalla que parece no terminar.

Y es que hoy, a pesar de los avances logrados por el movimiento en temas de reconocimiento de derechos y equidad, mujeres y niñas siguen siendo objeto de prácticas y estigmas que durante años han estado y que, cada vez, parecen ser más minimizados e ignorados por el resto de la sociedad.

Ahora, en el 8M la publicidad y la mercadotecnia hacen lo suyo, implantando tendencias y celebraciones que exaltan nuestra belleza, delicadeza, fragilidad y cuanto adjetivo producto del patriarcado se nos busque atribuir.

Como si esta fecha se tratara de una celebración para llenarnos de flores y chocolates, ignorando que los 364 días restantes del año se nos sigue matando, violando, acosando, señalando por no encajar en sus estándares de “mujer buena”, burlando nuestra rabia y dolor, deslegitimando nuestras luchas y haciéndonos a un lado cuando no agradamos por nuestra forma de pensar, hablar o actuar.

Cada 8 de marzo mujeres en todos los países se reúnen para recordarle al mundo que están ahí, que la lucha sigue y que no va a parar hasta que cada una pueda ser verdaderamente libre y reconocida con respeto dentro de modelos que siguen siendo diseñados por y para hombres.

El 8M no es una celebración, es una conmemoración en nombre de las que ya no están, de las que marcaron la historia, de las amigas que salieron de su casa y nunca volvieron, de las que todos los días se levantan para salir a trabajar y cambiar su mundo, de las madres que cuidan de sus hijos y de su hogar, de las que han sido violentadas y humilladas, de las que encuentran el valor para alzar la voz y pensar diferente, de nuestras madres, abuelas y hermanas.

Claro que esperamos celebrar algún día, cuando la cifra de feminicidios esté en cero, cuando las niñas puedan crecer libres de miedo y las mujeres puedan salir de sus casas sin el temor de no regresar.

Editora de género de NoticiasRCN.com
@humoazul_