Petronomics. La reforma tributaria de Gustavo Petro

Esta reforma no es apocalíptica y fácilmente pudo haber sido una reforma propuesta por Duque. Es importante mitigar los aspectos negativos cuanto antes.


Martín Jaramillo
ago 08 de 2022 06:48 p. m.
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Petronomics 101. 

1. Machete a las deducciones

En la política fiscal, como en las democracias, se pueden ver diferencias tanto técnicas como filosóficas. Para algunos, por ejemplo, es un “regalazo” cuando el gobierno le da una exención a una persona natural o jurídica. Usualmente porque consideran que esa plata - por cualquier razón - no le pertenece a quién la produjo sino al Estado. Algunos de los argumentos son que, por ejemplo, para producirla el empresario cuenta con un país con derechos de propiedad, con seguridad y con justicia, y ahora debe pagar por ellos. Otros argumentos van en la vía de la sociedad: todos tenemos que contribuir al bien común independiente de lo que recibimos a cambio.

A los contradictores, por su parte, les parece inconcebible que la gente no se pueda quedar con su propia plata, y por eso aceptan las exenciones. Otros contradictores tienen un argumento un poco diferente, que dicen algo como: está bien tener un sistema tributario progresivo, pero no tiene sentido que - por los mismos servicios públicos o menos - haya una diferencia tan alta en el pago de cada persona. Para poner un ejemplo (y una gráfica), vean cuánto paga el 10% más rico para financiar los parafiscales en salud, y eso que esto incluye una exención de un tope de IBC de 25 salarios mínimos para cotización de seguridad social.

En fin. El punto es que el nuevo gobierno le apostó a los argumentos iniciales, que reduce los topes nominales de rentas exentas y deducciones desde los 110 millones que hay hoy a 30 millones de pesos (aprox). Esto está alineado con las recomendaciones de algunos expertos, pero implica un aumento fuerte de impuestos (en términos porcentuales) para las personas que ganan entre 10 y 15 millones de pesos.

2. Impuestos a las pensiones

Acá es necesario decir que esta es una recomendación hecha desde hace varios años y es justa en la medida de que las pensiones - especialmente las del régimen público - están altamente subsidiadas. Este impuesto es apenas una forma de recuperar una parte del subsidio que le damos a quienes no lo necesitan. Es importante que en la reforma se excluyan a quienes tienen una pensión fruto del sistema privado de pensiones, puesto a que sería un trato desigual e injusto con las personas que ya renunciaron no solo a una parte, sino a la totalidad del subsidio pensional.

Queda claro por la reforma que los pensionados que ganen menos de 10 millones de pesos mensuales no van a pagar más impuestos. Esto implica que el recaudo va a ser bajo. ¿Por qué? Porque las personas con esa mesada pensional son muy pocas.

Además, acá hay algo que hay que tener en cuenta. Por razones no solo de eficiencia, sino de justicia y equidad, esta medida debe también aplicar para los regímenes especiales, a los que ya se están marchitanto y a los vigentes. Como se puede ver en esta gráfica de los pensionados de Colpensiones, una parte importante de las megapensiones no están en este régimen sino en otros.

Solamente el 1,4% de pensionados en Colpensiones gana más de 10 salarios mínimos.

3. Impuesto al patrimonio

Este es uno de los peores impuestos para la economía. Si bien lo han implementado Uribe y Santos, y también propuesto por Duque, este es un impuesto que a mi juicio es bastante inequitativo.

Obviamente este ejemplo es una simplificación importante, pero ilustra el punto. Una persona se gana 1 millón de pesos, paga un porcentaje de impuestos parafiscales y le entra a su cuenta de banco. Al consumir, la persona paga IVA y cuando le transfiere a sus proveedores o amigos paga 4*1000. Al cabo de un tiempo llega la DIAN y le cobra impuesto de renta y después de eso le quedan unos ahorros. Si la persona los invierte, paga impuestos tanto de renta corporativa como de dividendos y ganancia ocasional.

Estos últimos impuestos han sido criticados con el concepto de “doble tributación”, que se refiere a que al cobrar impuesto a la renta empresarial y después a los dividendos es equivalente a gravar dos veces la misma renta. El impuesto al patrimonio implicaría gravarlo una tercera vez.

Además de esto, fiscalizar este impuesto es bastante difícil. Valorar el arte, los activos altamente ilíquidos o los bienes depreciados lleva a injusticias, abusos y arbitrariedades. El gobierno pretende recaudar más de dos billones de pesos de este impuesto.

Un impuesto malo, sí, pero un impuesto que recauda unos 2,6 billones, eso es menos que ese mismo impuesto con Uribe o con Santos. Sobreviviremos.

4. Cambios en el ICA

Esta es la parte más grave. El Ministro Ocampo empezó su presentación señalando el problema de la estructura tributaria en Colombia, señalando que en Colombia pagan demasiados impuestos. ¿Adivinen qué hizo al paso seguido?

Aumentar los impuestos a las empresas.

Me explico. El ICA es un impuesto regional que es descontable al 50% del impuesto de renta nacional. Para poner un ejemplo, si usted tiene una empresa en Medellín, esa alcaldía le va a cobrar el impuesto de Industria y Comercio, supongamos que el impuesto resulta ser de un millón de pesos. Antes de esta reforma, usted podía decirle a la DIAN: “pagué un millón de pesos en Medellín, redúzcame en 500,000 mi impuesto de renta nacional” (descuento del 50%).

Ahora ese descuento se pierde y empieza a ser una deducción. Es decir, usted ya no puede decir: “reduzcame los impuestos 500,000 pesos” sino que le toca pagar sobre todas sus ganancias, el impuesto ICA la DIAN lo toma como un costo más de su negocio y le calcula sus impuestos como tal.
El gobierno pretende recaudar 5 billones de pesos más en impuestos a las empresas, en contravía de lo recomendado por la OCDE, la misión de expertos tributarios de 2016 y diferentes expertos nacionales e internacionales. Esto hará que Colombia sea menos competitiva, tenga menos empresas, menos competencia y menos empleo.

Colombia tiene los impuestos corporativos más altos de la OCDE

Ñapa: la reforma Tributaria de Carrasquilla era más progresiva y recaudaba menos.

Uno puede decir lo que quiera, que Petro, que Uribe, que Duque, que Ocampo, que lo que sea.
Pero los números sí no mienten. Las proyecciones muestran que la tributaria de Petro va a reducir la desigualdad, sí al 0.49, pero la de Carrasquilla la reducía lo mismo o más (ver cálculos abajo). Será muy interesante ver las reacciones de quienes se opusieron a la reforma anterior que porque no era lo suficientemente progresiva.

¿Se opondrán?

En una próxima entrada analizaremos otros 4 puntos de Petronomics. La reforma tributaria de Petro.

@tinojaramillo

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