El progresismo, fascismo y nazismo son lo mismo
Hoy quiero demostrar que el progresismo está más cerca de representar esas ideologías totalitarias.
Esta semana Gustavo Petro estigmatizó a un columnista de opinión de neonazi y por eso hoy quise demostrar que el progresismo que promueve Gustavo Petro está más cerca de representar esas ideologías totalitarias.
El fascismo y el nazismo son movimientos estatistas y totalitarios, por lo tanto, de extrema izquierda, porque es la izquierda la que pretende que el Estado tenga el poder total sobre el ciudadano, mientras que la derecha defiende la libertad del individuo frente al Estado.
Analicemos los cargos que ocupó uno de los fascistas más emblemáticos del mundo Benitto Mussolini
1907 director del Semanario Socialista La Lima
1908 columnista de la revista socialista Lavvenire del lavoratore
1911 secretario partido socialista de la provincia de Forli
1911 participante en el congreso socialista de Milán
1911 editor del semanario socialista La Lotta di clase
1911 publica el ensayo El trentino visto por un socialista
1912 director del diario Milanés Avanti, del partido socialista
1913 funda la revista quincenal socialista Utopía
Fue expulsado del Partido Socialista cuando empezó a desarrollar una fuerte tendencia nacionalista contrario al internacionalismo que siempre se ha caracterizado al comunismo y al socialismo. Y esa es la clave donde está este error conceptual.
El socialismo, el comunismo y su hijo atronado, el progresismo son organizaciones de carácter internacional que han sido capaces de capturar países por décadas y ese internacionalismo juega un rol clave, no solo en la lucha por conquistar, nuevos países auspiciando rebeliones internas, sino también tendiendo redes de apoyo entre regímenes socialistas activos como por ejemplo la red de ayuda mutua que tienen en este momento Rusia, Cuba y Venezuela.
Pero en ocasiones el comunismo y el socialismo se han enfrentado a movimientos políticos también socialistas y totalitarios pero nacionalistas, como el nacionalsocialismo de Hitler o el Fascismo de Mussolini.
Doctrinas que ocuparon para gobernar la misma vieja receta que usaron todas las tiranías de izquierda de la historia. Estatismo, colectivismo, violencia, control social.
Y preguntarán los despistados ¿Cómo van a ser iguales el fascismo y el comunismo si los fascistas y los nacionalistas perseguían a los comunistas?
Digamos que una banda de narcotraficantes tiene el control de varios barrios o poblaciones, pero dentro de una de estas poblaciones surge otra banda narco de carácter local, formada exclusivamente por narcotraficantes del mismo barrio, cansados de ser controlados por una banda externa, estas dos bandas la local y la externa, entrar en conflicto por la dominación definitiva del territorio, lo que provoca que estas bandas rivales se odien y se persigan entre sí, en este ejemplo ¿Cuál de las dos bandas narco es la buena y cuál es la mala?, ninguna es la buena, son las dos igual de malas porque son lo mismo aunque se odien y se persigan entre sí.
Algo similar pasa con el progresismo, el comunismo, el fascismo, el socialismo y el nacionalsocialismo, son lo mismo, son iguales, son todos de izquierda, pero es el carácter nacionalista del fascismo o del nacionalsocialismo el que los ha obligado a enfrentarse entre ellos.
¿Necesitas más pruebas de que el progresismo y el fascismo son lo mismo?
En primer lugar, ambas son doctrinas colectivistas, que ponen al Estado por sobre el individuo y esa es la eterna lucha de la extrema izquierda, buscan detentar ellos el poder de un Estado todopoderoso, que controle todos los aspectos de la vida de una sociedad a la que capturaran por todo el tiempo que puedan, como lo hace el socialismo en Nicaragua desde hace 15 años o en Venezuela hace 22 o en Cuba desde hace 63 años.
Segundo, ambas doctrinas, el fascismo y el progresismo te enseñan a pensar que el Estado es tu familia y que no hay ningún problema con que el estado tenga poder sobre tus cosas, sobre tus hijos o sobre ti mismo, tú debes aceptarlo y desearlo.
Tercero, ambas doctrinas, el fascismo y el progresismo, te convencen con palabras dulces en el nombre del pueblo de que, por tu bien, debes obedecerle al Estado siempre ciega y voluntariamente, sin cuestionamientos. El lema con el que Mussolini conquistó a los italianos fue; “creer, obedecer, combatir”.
Cuarto, bajo el fascismo o el progresismo nadie puede luchar por sus derechos individuales, porque en estas doctrinas los deseo individuales son aplastados bajo la excusa de favorecer a las mayorías, al colectivo.
Mussolini, líder del fascismo, decía a este respecto el sistema de vida fascista pone de relieve la importancia del Estado y reconoce al individuo solo cuando sus intereses coincidan con los del Estado. Esto siempre bajo la excusa de representar las mayorías.
Quinto ambas doctrinas, el fascismo y el progresismo consideran la violencia como una acción política legítima, la usan a su antojo y según su propia conveniencia y además la celebran.
Y sexto, como ambas doctrinas, fascismo y comunismo son totalitarias por supuesto que buscaran tener el control del tipo de enseñanza que deben recibir los niños, si el Estado está pagando la educación, dicen ellos, entonces el Estado manda.
Básicamente, el fondo del asunto es este, el progresismo, el socialismo, el comunismo y el fascismo siempre terminarán imponiendo a través de la violencia ilegítima o a través de la fuerza del Estado su manera totalitaria, asfixiante y tramposa de gobernar, por eso la gente arriesga su vida por huir de los regímenes de ultraizquierda progresismo, comunismo, socialismo, fascismo y nazismo son lo mismo, organizaciones de ultraizquierda, algunas nacionalistas, otras internacionalistas pero todas colectivistas, totalitarias y estatistas.
@Libertariosed en Twitter
*Pedagogo en emprendimiento infantojuvenil.