Los jóvenes HOY poseen pocas cualidades

¿Quién enseña cualidades, por ejemplo, a ser simpático? ¡Nadie! Desaparecida la familia extensa, ya ni los padres, ni menos los profesores saben hacerlo.


Miguel de Zubiría
may 20 de 2022 06:00 a. m.
Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

Concluimos en el pasado artículo que para un ser humano nada importa más que sus cualidades. La razón es que éstas son herramientas psicológicas con las cuales crea y enriquece vínculos de calidad con:

  1. Los otros
  2. Uno mismo 
  3. El mundo

Y como ha demostrado la Universidad de Harvard que la fuente central de felicidades humanas son los vínculos y las relaciones de buena calidad, significa que detrás de cada vida feliz existe un paquete amplio de cualidades humanas (gratitud, amabilidad, emprendimiento, y cincuenta otras). Y lo contrario, tras cada vida in-feliz subyacen carencias de estas herramientas, por lo cual los vínculos de la persona son pobres, deficientes o nulos. 

¡Por qué HOY nadie las enseña!

Teniendo una importancia crucial para toda persona adquirir estas herramientas psicológicas, las cuales deciden si su vida será feliz, in-feliz o llena de sufrimiento (cuando a las pocas cualidades se le suman incompetencias o defectos personales), la gran sorpresa con que nos topamos los psicólogos afectivos es qué ¡HOY nadie enseña cualidades! La explicación desconcierta

En general, los padres desconocen la importancia de las cualidades, no entienden cada una y menos saben la didáctica para enseñárselas a sus hijos: nadie les enseñó a enseñar. 

Con los profesores igual fueron entrenados miles de horas para hacerse expertos en su área académica de conocimiento especializado, bien sea matemáticas, ciencias, sociales, educación física. 

En el pasado formar cualidades humanas (gratitud, amabilidad, emprendimiento, y cincuenta otras) fue labor de los papás, los abuelos, cantidad de tíos y de primos. Con facilidad hasta un centenar de ellos, quienes tenían una incidencia cercana y directa con cada uno de los nuevos niños que nacían cada año. Era la función formadora de la familia extensa.

¿Condenamos a nuestros estudiantes a ser infelices y a sufrir? ¡Sí!

¿Quién enseña cualidades, por ejemplo, ser simpático? La respuesta más sorprendente es: ¡Nadie! Desaparecida definitivamente la familia extensa, ya ni los padres, ni los profesores saben hacerlo. El efecto sorprendente es privar a los niños y jóvenes actuales del mecanismo para adquirir sus personales cualidades humanas. En el pasado responsabilidad de hasta cien personas, la familia extensa, reemplazada ahora por cien profesores de saberes académicos, especialistas en cognición, no en formación. Fundamental para sobresalir en el colegio y luego en la universidad, no en la vida, donde los muchachos se juegan su existencia, sus felicidades, in-felicidades y sufrimientos. 

Es como si el MEN prohibiera enseñar latín y griego, como en efecto ocurrió. A nadie le extrañaría que las nuevas generaciones posteriores al decreto fuesen totalmente ignorantes de ambos idiomas. Pienso que fue lo que de hecho ocurrió con la enseñanza de las cualidades humanas, nadie reemplazó la familia extensa: padres, abuelos, tíos y primos por montones. 

No solo desapareció la familia extensa, con su fundamental función formativa, sino que hoy ante nuestras narices desaparecen las últimas familias nucleares compuestas por un padre, una madre y varios hermanitos. En millones de hogares actuales desapareció el padre y casi por completo los hermanitos. 

Y los colegios, lo diré por última vez, solo se ocupan de formar el intelecto, no el corazón de los muchachos, la presión del MEN es enorme por alcanzar altos puntajes en las pruebas SABER y luego en el ICFES. ¡En los colegios nadie enseña cualidades! ¿El profesor de trigonometría, de biología? Ninguno de ellos, terriblemente atareados con su respectivo saber intelectual. 

En suma, la pregunta que nos sorprende cada día a los psicólogos afectivos es atender a cantidades de muchachos casi carentes de cualidades. Por supuesto

  1. apáticos
  2. con auto devaluación
  3. solos
  4. in-felices
  5. frágiles
  6. Sin alegría de vivir

¿Por qué nuestros jóvenes HOY poseen pocas cualidades? Podría ser porque ni sus padres, ni profesores les enseñan.

Miguel de Zubiría. Creador de Pedagogía conceptual y de Psicología afectiva. Premio Nacional de Psicología 2021

Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

Otras noticias