Psicología de la guerra nuclear: las 3 preguntas

Hoy en día, el número de soldados reales, tanques, aviones o barcos parece no influir casi nada. 3 cuestiones psicológicas parecen ser las definitivas.


Miguel de Zubiría
mar 18 de 2022 06:00 a. m.
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Por: Miguel de Zubiría*

@migueldezubiria en Twitter

La guerra es cada vez más un asunto psicológico que de ejércitos. Su curso lo comandan las decisiones de una sola persona en muchas ocasiones; un dictador con poder absoluto. Conocer y descifrar muy bien a esa persona resulta hoy vital, no solo para los países contendientes sino para todo el planeta.

Nos enfrentamos a una posible guerra nuclear: intensísima, devastadora y con efectos continuados de muchas décadas. Antes las guerras producían miedo, ahora producen TERROR

Las guerras pasadas fueron convencionales. Sobre el terreno real las ejecutaban soldados reales, tanques, aviones, barcos. Por lo tanto, conocer el poderío militar de cada bando fue definitivo. Hoy no lo es por una precisa circunstancia: demasiados países poseen misiles con cabezas nucleares y estos modifican la estrategia en ciento ochenta grados, la reducen a tres preguntas: El comandante supremo o dictador.

____ ¿Puede amenazar con lanzar un misil con cabeza nuclear?

____ ¿En ciertas circunstancias psicológicas lanzaría al territorio enemigo un misil de bajo o mediano poder?

____ ¿Ante cualquier respuesta escalaría con más misiles o de mayor poder destructor?

Hoy en día, el número de soldados reales, tanques, aviones, o barcos parece no influir casi nada. Las tres cuestiones estrictamente psicológicas parecen ser las definitivas.

Un concepto que parece muy prometedor para pronosticar la conducta de tal comandante es la triada oscura (o cuarteto) de su personalidad: 1) narcisismo, 2) psicopatía, 3) maquiavelismo e 4) ideología extrema.

  • El narcisismo lo hace prepotente, exagerar sus logros y considerarse especial, necesitado de admiración.
  • La psicopatía, le agrega locuacidad, ausencia de remordimiento o culpa y empatía por los demás.
  • El maquiavelismo lo torna manipulador, auto controlado, con planes bien concebidos.
  • Y la ideología extrema una justificación idealizada a sus acciones.

Para bombardear a millones de personas con un misil nuclear la prepotencia, y el creerse especial facilita mucho tomar esa decisión. No es cualquiera, sino alguien prepotente, especial y narcisista. Capaz de convencer a muchos (locuaz) sin remordimientos, ni culpas, por su fría insensibilidad ante el sufrimiento ocasionado por él a millones de inocentes. Cuyo maquiavelismo autocontrolado desconcierta a todos. Y su ideología extrema le justifica que su miserable acción no es una guerra cruel, sino un castigo necesario, una meta heroica por cumplir.

Pienso que cualquier estudiante de séptimo semestre de psicología, luego de dos cátedras de psicopatología puede reconocer con facilidad las señales de la triada oscura en cualquier dictador o tirano. Por ejemplo, en Putin. Piénsalo.

Pero al detectar estas señales psicológicas ¿qué hacer? Por supuesto, impedir que misiles dotados con ojivas nucleares lleguen a manos de personalidades oscuras, de dictadores, de tiranos. El problema es que ya es demasiado tarde, pues el mundo actual se llenó de autócratas oscuros, ¡con facilidad podemos contar no menos de veinte con estas características tenebrosas! Y sí, pueden amenazar a cualquier otro país o región con lanzarles un misil, hacerlo, y responder sin clemencia.

*Creador de Pedagogía conceptual y de Psicología afectiva. Premio Nacional de Psicología 2021.

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