¡Mr. Gorbachev, tear down this wall!
No se explica uno cómo alguien que sea un verdadero demócrata, no se conduela de la muerte de tanta gente tratando de buscar escapar de un sistema opresor.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial los aliados, victoriosos, se dividieron el botín. Alemania fue dividida en 4 partes entre Inglaterra, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética. Las tres primeras partes se convirtieron en la República Federal Alemana (RFA) y la última parte fue la República Democrática Alemana (RDA). Berlín, la capital, también se dividió entre los victoriosos. Pero Berlín está ubicada en la parte que le correspondió a la URSS. En medio del territorio de la RDA, había un enclave de la RFA: Berlín Occidental.
El gobierno de la RDA tenía muchos problemas con sus ciudadanos que no querían vivir bajo un régimen que no respetaba las libertades y muchos berlineses orientales empezaron a mudarse a la Berlín Occidental donde se vivía como en Londres, París o Nueva York con una economía libre, con libertades. Berlín Occidental era un oasis que el gobierno de la RDA no podía permitir fuera visto por sus ciudadanos.
La noche del 13 de agosto de 1961 el gobierno de Alemania Oriental, inició la separación de Berlín para aislar a Berlín Occidental que fue inicialmente rodeada con miles de rollos de alambre de púas que, poco a poco, fueron remplazados por las losas de concreto que formaron el muro divisorio. Hasta esa noche, el tránsito entre oriente y occidente era libre, pero para la madrugada los berlineses quedaron sorprendidos al verse separados de familiares, amigos, puestos de trabajo, etc. Muchos quedaron al lado contrario a sus residencias. El mundo había cambiado.
La parte occidental de la ciudad que limitaba con la parte oriental medía 43 kilómetros y la parte que limitaba con el resto del territorio de la RDA era de 112 Km. De esta forma, la ciudad de Berlín Occidental fue rodeada con un muro de 155 Km, aislándola del todo de RDA.
El muro tenía 8 pasos fronterizos fuertemente custodiados, por fuera, por tropas de la RDA para evitar que lo saltaran. Campos minados alrededor del muro, fosas, vigas antitanques, torres de vigilancia con reflectores, guardias patrullando con perros, alambres de púas y cercas electrificadas al rededor del muro eran parte de las medidas de seguridad para evitar que los ciudadanos orientales cruzaran hacia la parte occidental.
Los registros dicen que más de 100,000 ciudadanos de la RDA trataron de huir cruzando el muro, 140 personas fueron asesinadas en la zona de Berlín Oriental, otras 600 en la zona de la RDA que limitaba con la ciudad occidental y 4,909 lograron escapar. Hacia la libertad. El primer asesinado, a solo 11 días de la instalación de los alambres de púas, fue Günter Litfin, un joven de 24 años quien vivía en la parte occidental pero que había quedado al lado oriental la noche del 13 de agosto.
El 12 de junio de 1987 el Presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, desde Berlín Occidental, a solo unos metros de la Puerta de Brandeburgo y del muro, pronunció las siguientes palabras:
Detrás de mí se encuentra un muro que rodea los sectores libres de esta ciudad, parte de un vasto sistema de barreras que divide todo el continente europeo. De pie ante la Puerta de Brandemburgo, todos los hombres son alemanes, separado de sus semejantes. Todo hombre es un berlinés, obligado a mirar una cicatriz. Mientras esta puerta esté cerrada, mientras se permita que esta cicatriz de un muro permanezca, no es solo la cuestión alemana la que permanece abierta, sino la cuestión de la libertad para toda la humanidad.
Secretario General Gorbachov, si busca la paz, si busca la prosperidad para la Unión Soviética y el Este Europa, si buscas la liberalización, ven aquí a esta puerta.
¡Señor Gorbachov, abra esta puerta!
¡Señor Gorbachov, derribe este muro!
Mikhail Gorbachov no gustaba mucho de la situación de la URSS por la corrupción que había infiltrado las más altas esferas de la nomenklatura, una elite de la sociedad de la URSS, formada casi exclusivamente por miembros del Partido Comunista. La corrupción había traído una crisis económica y social. Esa corrupción llevó entonces a Gorbachov a empezar a hablar de la necesidad de cambio, la perestroika, que fue un proceso de reestructuración que finalmente provocó el fin de la URSS. La perestroika trajo la glásnost, transparencia, que permitió libertades a la prensa y por primera vez en la historia, en la URSS se comenzaron a ver editoriales que criticaban al gobierno. Las noticias de la corrupción se hicieron públicas.
Mucho de lo que sucedía con la URSS tenía eco en el gobierno de la RDA. La crisis económica también era insostenible. El soporte económico que recibía de la URSS había.
El 9 de noviembre de 1989, en medio de una entrevista dada por Günter Schabowski, el jefe del partido comunista en Berlín Oriental y por una confusión a raíz de no haber tenido tiempo de leer una nota enviada por Egon Krenz, Secretario General del Partido Socialista Unificado de Alemania, dijo que se estaba preparando una nueva ley migratoria que iba a permitir los cruces permanentes en todos los puntos de la frontera. Con asombro, los periodistas preguntaron que cuando entraría en efecto la ley y él dijo que de inmediato.
Después de oír la noticia en radio y televisión, los habitantes de Berlín oriental fueron a los pasos fronterizos a demandar que los dejaran cruzar. Los soldados no sabían que hacer, pero eran tantos los ciudadanos que finalmente Harald Jager, comandante del cruce de la frontera de Bornholmer Strasse, cedió permitiendo a los guardias abrir los puntos de cruce.
Hoy, las palabras de Reagan parecieran no tener importancia para el presidente de Colombia, quien en una visita a Alemania y desde la misma Berlín que aún tiene la cicatriz que dejó el muro y frente a ciudadanos que aún recuerdan lo que se vivía fuera de ese muro, dijo que la caída del muro de Berlín trajo una destrucción del movimiento obrero a escala mundial en un claro lamento por la caída del muro. Mientras el mundo libre celebraba la caída del muro y la libertad de quienes habían vivido bajo un yugo que restringía sus libertades y derechos, Gustavo Petro parece que lloraba mientras el muro era derribado.
No se explica uno cómo alguien que sea un verdadero demócrata, no se conduela de la muerte de tanta gente tratando de buscar escapar de un sistema opresor en busca de libertad. Lo que sucedía en la Alemania Oriental es comparable con la falta de libertades en Cuba, de donde la gente escapa en flotadores a USA arriesgando su vida.
Cuando vemos que en Colombia se empiezan a destapar las cartas del presidente contra las libertades, con los ataques a la prensa que destapa posibles actos de corrupción de las personas más allegadas al presidente, cuando las medidas económicas que el gobierno pretende pasar con las reformas son criticadas por los gremios productores, cuando la reforma laboral es criticada por bancos y sindicatos, pareciera hoy que el mundo necesita recordar de nuevo, y entender, la profundidad de las palabras de Reagan: Mr. Gorbachev, tear down this wall!