¿Qué esperar del dólar?
"Es aconsejable desarrollar las coberturas de riesgo para protegerse en este medio ambiente volátil y controlar el riesgo en sus negocios".
El dólar ha tenido una tendencia estable con visos a la baja; al revisar los diferentes factores clave en la economía tenemos que la inflación ha estado cediendo terreno. Colombia está en una tasa cercana al 9% y comparados con los países de la región donde ronda el 5% o menos, vamos a un ritmo menor (excluyendo a los países con hiperinflación como Venezuela o Argentina).
El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos ha disminuido; En el tercer trimestre del 2022 vs. el 2023, este déficit pasó de -U$6,194 MM a -U$1,680 MM, según datos del Banco de la república, con unas reservas internacionales que cerraron justo por debajo de U$60 billones, evidenciando un debilitamiento en las cuentas del sector externo, aunque se mantiene la solidez en las reservas.
En el entorno económico local, podemos ver como las ventas de vehículos nuevos han caído, incluso por debajo de los registros de pandemia, con 186,000 unidades en 2023, registrando un decrecimiento del 29% respecto a las 262,500 unidades del 2022. Adicionalmente, en el comercio, el 71% de los empresarios del sector no cumplieron sus presupuestos de ventas según informa Fenalco y las ventas de vivienda cayeron en un 45% según Camacol, afectando el recaudo tributario y el empleo.
Esta es una desaceleración de la actividad esperada, como resultado de las decisiones tomadas por el Banco de la República en cuanto a la tasa de interés de referencia para controlar la inflación. La idea es enfriar la economía para crecer de manera saludable y no quedarse sin oxígeno. La buena noticia es que está funcionando, la noticia no tan buena, es que se paga un precio en la economía, y el gobierno parece no tener ninguna propuesta contra cíclica efectiva que aminore los efectos nocivos de esta política monetaria.
En el aspecto internacional. El precio del petróleo Brent de referencia para Colombia ha estado alrededor de los U$80 por barril y las expectativas por los ataques en el Mar Rojo y el conflicto entre Israel y Palestina que pueda detonar un conflicto mayor en esta región petrolera e incrementar los precios del crudo en los mercados internacionales.
En cuanto a las tasas de interés. El Banco de la República empezó con la disminución de su tasa de referencia, y la FED también dio señales de estar interesada en seguir el camino de una reducción de la tasa más adelante, una vez se consoliden los resultados en contra de la inflación.
Adicionalmente en el caso de Colombia, hace unos días se cambió la perspectiva de calificación crediticia del país a negativa, por parte de S&P Global Ratings. Que ve problemas para regresar a una senda de crecimiento estable y robusta, sumado a un recaudo tributario que, si bien se incrementó, no cumplió las expectativas de presupuesto y parecería abrir la discusión sobre una nueva reforma tributaria para equilibrar el presupuesto, junto a un incremento del endeudamiento.
En el entorno externo, la orden de liquidación de la segunda inmobiliaria China Evergrande, que carga con una deuda de U$300 Billones, (una cifra que eclipsa al PIB de muchos países) puede tener consecuencias globales de dimensiones imprevistas, dependiendo de si el gobierno chino realiza un rescate o no interviene; para Colombia, esto puede significar menores divisas por perdida de sus exportaciones a China, en caso de una desaceleración en ese país.
Es un panorama que parece estable, pero que esconde potenciales detonadores de volatilidad local y global que deben monitorearse; en el caso de las empresas, es aconsejable desarrollar las coberturas de riesgo para protegerse en este medio ambiente volátil y controlar el riesgo en sus negocios.
*Andrés Rueda Montaño, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de América.