La maldición de los 'Daddy Issues'
Hablemos sobre la pésima relación con papá, o mejor aún, el inexistente vínculo.
El término 'Daddy Issues' apareció para describir lo que sentimos quienes no tenemos una buena relación con nuestros papás, quienes no tenemos relación alguna, y sobretodo, los traumas que esto ha dejado en nuestras vidas.
Sin duda, el papel de mamá y papá en la vida de un humano es demasiado importante, define muchas más cosas de las que imaginamos, especialmente cuando somos pequeños.
Siempre he pensado en la importante decisión que es ser madre o padre, puedes traumar a tú hijo para siempre, puedes arruinarle la vida para siempre o puedes formar a una persona decente...no diría perfecta porque creo que los problemas emocionales habitan en todos, es difícil crecer sin alguno.
La mala relación con papá o la ausencia de él en la vida de un niño, bien sea hombre o mujer, afecta mucho más de lo que se puede admitir.
Un papá presente que a la vez es ausente
He conocido muchos casos en los que los padres siempre han estado presentes en la vida de sus hijos, responden económicamente e incluso puede que viva con ellos al lado de su madre.
A pesar de esto, su figura es ausente emocionalmente, no es un papá al que se le pueda contar un problema o al que le puedas contar cosas personales, no se puede hablar de amor, de dolor, más bien las conversaciones se limitan a responder cómo te va en el colegio, universidad o trabajo.
Existen muchas familias donde la mamá se queda en la casa y es a quien acuden los hijos para absolutamente todo. Cuando el papá llega de trabajo se limita a estar ahí, no habla, no conversa, no a menos que sea de algo de su trabajo.
Básicamente, en estos casos el papá esta presente porque físicamente lo está pero no existe comunicación alguna con su hijo, por lo cual, el vínculo se vuelve complicado y deriva muchos 'Daddy Issues'.
El papá que decide irse
Esta es definitivamente mi favorita, el papá que decide no estar, por su voluntad propia, nunca lo echaste, nunca quisiste que se fuera, él mismo decidió no estar en la vida de sus hijos.
Al ser tan pequeños cuesta mucho entender este tipo de decisiones porque de niños crecemos con la idea de que nuestros papás son quienes más nos aman en el mundo, nuestros protectores, nuestros salvadores, pero ¿entonces por que me dejó? ¿por qué se fue? ¿por qué me abandonó?
Son preguntas que a los 7 o 10 años es difícil responder, incluso para otros adultos es complicado explicarle esto a un pequeño. Sin embargo, nada es más duro que la realidad: papá no está y no porque algo le pasó, porque decidió no estar.
El vínculo que podría existir con papá no existe porque no hay relación con él, no obstante, al ser tan pequeños forzamos a que de alguna manera exista y llenamos este vacío con recuerdos vagos o imaginaciones de todo lo que pudo ser pero jamás será.
Todo empeora cuando el papá es intermitente entonces decide aparecer y llenarte de ilusiones pero luego vuelve a desaparecer. En venir e irse crea más 'Daddy Issues' de los que puede imaginar, un vacío más grande que el que había antes.
Los traumas que dejan los 'Daddy Issues'
Bien sea por una razón o por otra, la mala relación con papá o la ausencia de ella termina siendo, lo que yo llamo la maldición de los 'Daddy Issues'.
En algunas personas se manifiesta como la insistente aprobación por el género masculino, la búsqueda de su validación y de sentirse aceptada por los hombres.
En otras personas se manifiesta con el desinterés total de tener algún vínculo con un hombre por lo que antes vivido.
De cualquier forma crecemos con inseguridades, miedos y carencias que nos hacen vivir de forma diferente, sentir de forma distinta y las relaciones con los hombres, en especial las amorosas, se vuelven toda una odisea.
El miedo al abandono, el miedo al rechazo, el miedo a ser olvidado, a ser lastimado es una contante en la vida...Esto no significa que deba ser así para siempre, hay muchas cosas que se pueden hacer para tratar los 'Daddy Issues'.
Ir a terapia psicológica es sin duda el primer paso, reconocer y aceptar que tenemos esos dolores es lo que puede llevarnos a conocerlos y a atacarlos o controlarlos de alguna forma.
De esta forma cuando volvamos a enfrentarnos a hombres o situaciones que nos hagan sentir como algún día papá nos hizo sentir podamos entender que esto nunca fue nuestra culpa y que no somos el problema, todo lo contrario, ahora más que nunca podemos elegir cómo relacionarnos y cómo sentirnos...aunque los 'Daddy Issues' vuelvan a aparecer.