Alergias en bebés: señales que no se deben ignorar y recomendaciones de cómo actuar

Durante los primeros meses de vida, el sistema inmunológico de los bebés está en plena formación, lo que los hace más susceptibles a desarrollar alergias.

Las manifestaciones pueden variar desde irritaciones cutáneas hasta síntomas respiratorios o digestivos, y muchas veces pasan desapercibidas o se confunden con condiciones comunes de la infancia.

Una de las alergias más comunes en la infancia es la alergia a la proteína de la leche de vaca, que puede manifestarse incluso en bebés alimentados con leche materna, si la madre consume lácteos.

RELACIONADO

Autoridades alertan sobre aumento de enfermedades respiratorias por lluvias en Bogotá

¿Cuáles son los principales síntomas de alergias en los bebés?

Los signos más frecuentes de una posible alergia incluyen erupciones en la piel, enrojecimiento o dermatitis atópica, especialmente en el rostro, cuello o pliegues de brazos y piernas.

También se presentan con frecuencia síntomas gastrointestinales como vómito, diarrea o cólicos intensos después de ingerir ciertos alimentos o fórmulas. En otros casos, el bebé puede mostrar signos respiratorios: congestión nasal, estornudos continuos o silbidos al respirar.

Estas reacciones alérgicas son frecuentes por el consumo de alimentos como el huevo, el trigo, el maní o el pescado, así como alergias ambientales (polvo, ácaros, polen) o incluso a productos de cuidado personal.

Recomendaciones ante los signos de alerta de alergias en bebés

1. Los especialistas recomiendan observar patrones si los síntomas aparecen siempre tras consumir un alimento o ante ciertos estímulos, es clave registrar estos episodios y consultarlo con el pediatra.
2. El diagnóstico suele realizarse a través de pruebas de sangre, pruebas cutáneas o dietas de eliminación bajo supervisión médica.
3. Evitar la automedicación y acudir al pediatra ante cualquier sospecha es fundamental.
4. Además, los expertos recomiendan introducir los alimentos sólidos de manera gradual, uno por uno, a partir de los seis meses, para detectar posibles reacciones.
5. También es importante mantener la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, ya que tiene un efecto protector ante diversas afecciones alérgicas.
6. La detección temprana y el manejo adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida del bebé y evitar complicaciones a futuro.