El tipo de azúcar consumido eleva o reduce el riesgo de algunas enfermedades

La fructosa, un azúcar simple que abunda en las frutas, es uno de los edulcorantes más utilizados por la industria alimentaria, ya que es económico y endulza mucho.


Noticias RCN

feb 09 de 2017
04:33 p. m.

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Un equipo internacional de científicos ha constatado que el tipo de azúcar que se consume, puede determinar el riesgo de padecer enfermedades metabólicas y cardiovasculares.

El estudio, dirigido por Marta Alegret, del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, ha sido realizado también por científicos del Instituto de Biomedicina de las universidades de Barcelona y del Pacífico en Estados Unidos; y publicado en el American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology.

La investigación hecha en animales de laboratorio, demuestra que consumir fructosa en lugar de glucosa es más perjudicial para el metabolismo y el sistema vascular.

Durante el estudio, el equipo científico utilizó ratas hembra, que son más sensibles que los machos a las alteraciones metabólicas. Las ratas fueron divididas en dos grupos durante dos meses, en los que en su dieta habitual se incorporaron complementos de glucosa y de fructosa; una en cada grupo.

Al finalizar el estudio, los investigadores constataron que había diferencias en el aumento de peso corporal, el nivel de triglicéridos y la fisiología vascular en los animales estudiados.

En el grupo de ratas que recibió fructosa, se observó alta concentración de triglicéridos en el plasma, bajos niveles de una enzima clave en la oxidación de ácidos grasos como el CPT1A, y aumento de la expresión de una proteína esencial (l'MTP) para exportar triglicéridos del hígado hacia el plasma en forma de lipoproteínas de muy baja intensidad.

"Todo esto nos lleva a pensar que, de forma específica, la fructosa es capaz de reducir la oxidación de ácidos grasos e incrementar la salida de triglicéridos del hígado en el plasma, y eso es lo que probablemente origina la hipertrigliceridemia", puntualiza la coordinadora del estudio.

El trabajo también analizó la respuesta de la arteria aorta según el complemento ingerido, en ratas que recibieron glucosa, la capacidad de la aorta a relajarse era superior, mientras que en las que tomaron fructosa era menor.

Así, desde el punto de vista vascular, la fructosa produce un efecto negativo al dificultar la correcta relajación de la arteria, mientras que la glucosa "es incluso beneficiosa", según Alegret.

Por último, el estudio también analizó los efectos de ambos azúcares sobre una patología como el hígado graso, en el que el grupo de roedores que consumió fructuosa aumento de peso y mostró alteraciones hepáticas.

"Después de muchos años estudiando los efectos de la fructosa y su particular metabolismo, no es sorprendente descubrir que tenga efectos que no presentan otros azúcares, como la glucosa. Aunque parezca que el incremento de peso solo esté relacionado con el aumento de calorías consumidas, sabemos que hay otros factores", señala Alegret.

En concreto, el incremento del peso del hígado que solo se presenta en ratas que han recibido fructosa y no glucosa, "también podría relacionarse con la acumulación de lípidos en este órganos e influir en el peso corporal", concluye la investigadora.

EFE

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