¿Fórmulas mágicas?: esto es lo que hay detrás de los medicamentos para perder peso
La industria vende "fórmulas mágicas" para perder kilos, pero pocas veces los compradores saben por qué resultan efectivas o si generan efectos adversos.
Noticias RCN
10:40 a. m.
Los medicamentos que prometen adelgazar son apetecidos por muchas personas. Desde varias industrias se vende una fórmula mágica para perder kilos, pero pocas veces los compradores saben por qué resultan ser efectivas o si generan efectos adversos para la salud.
En esta gama de ofertas hay un fármaco que promete reducir tres kilos en 10 meses. Es tan atractiva la propuesta que este se agotó en las droguerías de varios países por el exceso de demanda, a pesar de su alto costo. Se promueve en redes sociales como TikTok, pero también en el mundo del espectáculo, con los rumores sobre actrices famosas que supuestamente lo empleaban para tener una figura esbelta.
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En NoticiasRcn.com quisimos investigar a fondo lo que hay detrás de este tipo de medicamentos, y los riesgos que puede tener una persona al consumirlos sin recomendación médica. Óscar Rosero Olarte, médico internista y endocrinólogo, le contó a este portal de noticias qué necesita el cuerpo para perder peso y cómo estos medicamentos operan en el sistema. Se refirió también a Ozempic, el fármaco usado para pacientes con diabetes que se ha convertido en la opción de muchos para bajar unos kilos.
1. ¿Qué se necesita para que una persona adelgace sanamente?
Lo primero es empezar a reconocer a la obesidad no como una enfermedad, sino como un proceso de adaptación al entorno. Actualmente, el consumo energético en forma de alimentos ha mostrado un aumento sostenido, lo que lleva al cuerpo a almacenar la energía que no se gasta.
Ese aumento en el aporte energético obedece al cambio en el ambiente nutricional, actualmente lleno de productos muy densos en calorías pero pobres nutricionalmente hablando.
Adelgazar de manera saludable es un proceso holístico que implica cambios en la alimentación, la actividad física, la hidratación y el descanso. Con el enfoque adecuado y la supervisión profesional, es posible lograr una pérdida de peso sostenible y mejorar la salud en general. Recordemos que cada cuerpo es único, por lo que es esencial priorizar el bienestar en lugar de objetivos extremos.
2. En el mercado hay muchos medicamentos para adelgazar, pero ¿qué hay detrás de estos?
Los medicamentos para adelgazar se dividen en varias categorías, cada una con un enfoque único en la pérdida de peso. Algunos suprimen el apetito, otros interfieren en la absorción de grasas o afectan el metabolismo. Es importante señalar que no todos los medicamentos funcionan para todas las personas y que su efectividad puede variar según diversos factores.
Algunos medicamentos para adelgazar actúan en el cerebro, regulando los centros del apetito y la saciedad. Estos medicamentos pueden engañar al cuerpo para que sienta menos hambre, lo que resulta en una ingesta calórica reducida. Sin embargo, estos efectos pueden ser temporales y a menudo no abordan las causas subyacentes de la obesidad.
Otros medicamentos bloquean la enzima responsable de descomponer las grasas en el intestino, lo que disminuye la absorción de calorías. Si bien esto puede parecer prometedor, también puede llevar a efectos secundarios desagradables, como heces aceitosas y flatulencias.
La respuesta a los medicamentos para adelgazar varía según la genética, el estado de salud y otros factores personales. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Además, la efectividad a menudo disminuye con el tiempo, lo que puede llevar a la frustración y la recaída en hábitos no saludables.
Es importante entender que los medicamentos para adelgazar no son una solución mágica.
Para lograr una pérdida de peso sostenible y saludable, es fundamental combinar el uso de medicamentos (si es apropiado y bajo supervisión médica) con cambios en la dieta, el ejercicio y la adopción de hábitos de estilo de vida saludables. Antes de considerar el empleo de cualquier medicamento para adelgazar, es esencial consultar a un profesional de la salud, como un médico endocrino. La supervisión médica ayuda a evaluar la idoneidad de los medicamentos para cada individuo y a mitigar posibles riesgos y efectos secundarios.
3. ¿Usted como doctor recomienda tomar este tipo de medicamentos para bajar de peso?
El punto es que, antes de usarlos, el paciente debe ser estudiado de forma integral, pues si bien pueden ser una ayuda, no estaríamos tratando el problema de raíz, y existe una situación adicional: cuando se suspenden existe lo que llamamos reganancia de peso, entonces estaríamos hablando de un uso permanente y eso genera costos y riesgos que un no están bien estudiados a largo plazo.
4. Ozempic, que es utilizado para pacientes con diabetes, se ha vuelto famoso por su presunta contribución a bajar de peso, ¿de qué está compuesto y cómo opera en el cuerpo?
Ozempic, cuyo nombre genérico es semaglutida, pertenece a una clase de medicamentos conocidos como análogos del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1). Esta es similar al GLP-1, una hormona liberada en el intestino después de comer y que regula la producción de insulina y el apetito. Este medicamento funciona al activar los receptores GLP-1 en el cuerpo. Esto estimula la liberación de insulina por parte del páncreas, ayudando a controlar los niveles de glucosa en sangre después de las comidas.
Lo que hace es reducir el apetito. Al activar los receptores GLP-1 en el cerebro, se envía una señal de saciedad, lo que lleva a una disminución del hambre y una menor ingesta de alimentos. También ralentiza el vaciamiento gástrico, esto significa que los alimentos permanecen en el estómago durante más tiempo y por ende, la persona puede controlar más las porciones.
La combinación de los efectos mencionados anteriormente lleva a una disminución del apetito, una menor ingesta calórica y un aumento de la sensación de saciedad. Esto resulta en una pérdida de peso gradual para muchas personas que toman Ozempic como parte de su tratamiento para la diabetes tipo 2.
Es importante destacar que Ozempic y otros medicamentos similares deben ser prescritos y supervisados por un profesional de la salud. Cada paciente es único, y un médico puede evaluar la idoneidad de este medicamento en función de la salud general y las necesidades individuales.
5. Hay algo denominado “cara de ozempic”, se refiere a que los pacientes pierden tanto peso que parece que la piel de la cara se hundiera, este puede verse como un efecto adverso, pero, ¿qué otros puede haber?
Esto puede estar relacionado con la pérdida de grasa subcutánea, pero la gravedad y la frecuencia varían entre individuos.
Dentro de los efectos adversos más frecuentes están:
- Náuseas: especialmente al principio del tratamiento. Por lo general, estas disminuyen con el tiempo.
- Diarrea o Estreñimiento: algunas personas pueden experimentar cambios en los hábitos intestinales, como diarrea o estreñimiento
- Molestias Gastrointestinales: puede producir malestar estomacal, sensación de llenura o flatulencia como efecto secundario.
- Baja Glucosa en Sangre: si se combina con otros medicamentos para la diabetes, Ozempic puede aumentar el riesgo de hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre).
- En casos raros puede generar inflamación pancreática, que puede ser fatal.
6. ¿Es viable usar medicamentos para perder kilos?
Si se considera utilizar Ozempic u otros medicamentos para adelgazar, es importante hacerlo bajo la supervisión y el asesoramiento de un profesional. Cada persona es única y puede tener diferentes necesidades médicas y condiciones de salud. Un doctor puede evaluar la situación individual, riesgos potenciales y beneficios, y ayudar a tomar una decisión informada.
La pérdida de peso sostenible y saludable generalmente se logra a través de cambios en la alimentación, la actividad física y la adopción de hábitos de estilo de vida saludables. Un enfoque integral es esencial para lograr resultados a largo plazo y mantener una buena salud.
El primer paso es reconocer que se tiene un problema y luego actuar, mejorando la alimentación, evitando la comida industrial y priorizando la real.