Las consecuencias que trae el no tener relaciones sexuales, según Flavia Dos Santos

Imagen de referencia tomada de Unsplahs

La sexóloga, en diálogo con Noticiasrcn.com, habló sobre cómo el no tener relaciones sexuales podría afectar la salud mental.


Karilyn Villa

sept 03 de 2022
11:49 a. m.

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Mucho se ha hablado de los beneficios que tiene el sexo en los seres humanos, pero poco se conoce sobre las afectaciones que la falta de sexo tendría en la salud mental de los ciudadanos. 

En diálogo con Noticiasrcn.com, Flavia Dos Santos, habló sobre las consecuencias que trae para el cuerpo humano el no tener relaciones sexuales y cómo esto podría afectar la salud mental. 

“La falta de sexo claro que puede afectar la salud mental porque es una energía que hace parte de nosotros, la libido es una energía que está dentro de nosotros y una vez que no está canalizada para el destino final, que sería poder dar cabida a ese deseo sexual, a esas fantasías, eso suele salir por otro lado. Yo soy una fiel creyente de que el origen de las neurosis, enfermedades mentales y crímenes pasionales son consecuencia de una mala sexualidad o una sexualidad mal manejada y por eso que es muy importante tener presente esa dimensión del ser humano. Una persona que deja de comer, por ejemplo, que es también una necesidad y una función dentro de un instinto de supervivencia, termina canalizando mal y se muere, con el sexo no se muere, pero termina por enfermarse”, indicó la sexóloga. 

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Según explica Flavia, las personas con ausencia de sexo pueden llegar a sentirse tensionadas por el desequilibrio hormonal que esto genera. Advirtió que todo tipo de actividad en exceso es mala y que así como algunas personas hacen ejercicio para canalizar el estrés o la tensión, también debe haber una manera de saciar el deseo sexual. 

“Cuando nosotros hablamos de excesos hay que mirar qué es lo que está traduciendo ese exceso. El sexo en exceso también es malo y muchas veces es una ansiedad que no está bien entendida. Algunos podrían elegir la comida, pero otros eligen el sexo”, agregó. 

Es de mencionar que actualmente no existe un manual en el que se establezca cada cuánto es ideal tener encuentros sexuales o cuánto debe durar el acto para que sea mejor o más placentero, este tipo de respuestas depende de cada persona. Existen quienes tienen una libido que se gratifica cada semana, otros cada tres veces a la semana y otros incluso cada 15 días. 

¿Qué produce la falta del deseo?

“También hay que analizar cuál es el origen de la falta del deseo. Hay gente que tiene una falta de deseo que está conectada a la depresión. Otros están en depresión porque tienen falta de deseo. Vivimos en una sociedad donde no se permite a la gente disfrutar el aquí y ahora, donde no se permite concentrarse en el placer, entonces muchas veces la falta de deseo es una falta generalizada porque uno está en modo automático para desempeño y resultado: tengo que trabajar, tengo que cumplir, debo tener resultados, y los pequeños placeres van quedando atrás y el placer demanda tiempo, demanda una conexión consigo mismo”, indicó Santos.

¿Qué pasa si un hombre o una mujer no tiene sexo por mucho tiempo?

“Cuando un hombre o una mujer no tiene sexo por mucho tiempo, pueden tener formas de canalizar esa sexualidad, y toca ver cómo es. Cada caso es un caso. Nosotros, en términos de seres humanos, nunca podemos generalizar, puede que una pareja canalice todo su deseo, toda su sexualidad, en comprar bienes materiales y van canalizando el deseo hacia ahí y eso lleva a vacíos, a formas de llenarse que no son gratificantes, a un estado que veo mucho en clínicas, que son personas que funcionan a base de cafeína por la mañana, alcohol por la noche, antidepresivo en el intermedio y medicamentos para funcionar mejor, entonces hay que ver qué precio estamos pagando, hay que ver cómo esas personas están viviendo”. 

Según la experta en sexualidad, “los vacíos emocionales y los vacíos sexuales se ven a menudo, en comportamientos sencillos, en disfunciones, en dificultades de comunicación, en dificultades de autoestima, pero no se puede caer en el facilismo de tratar de encasillar al ser humano en cajitas, no, cada caso es un caso”. 

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