Alerta por desabastecimiento de anestésicos: procedimientos quirúrgicos han sido aplazados

En el país hay alerta por desabastecimiento de anestésicos. Según cifras del Invima, el propofol y fentanilo están en fase de monitoreo, un proceso que tarda de cuatro a seis semanas. Mientras que el remifentanilo aparece en riesgo de desabastecimiento.

Centros médicos en Pasto y Santander requieren con urgencia los medicamentos

Para los próximos dos meses, hay unidades limitadas, lo cual preocupa a los pacientes que los requieren en el menor tiempo posible para sus tratamientos.

Los hospitales Los Ángeles, San Pedro y el Departamental de Pasto reportan que el desabastecimiento ha sido perjudicial para los pacientes. En el departamento están al límite de anestésicos para procedimientos quirúrgicos.

Anteriormente, estos centros médicos recibían un promedio de 4.000 unidades. Ahora, la cifra ha caído hasta llegar a 1.500. Los directores de las farmacias de los hospitales han tenido que acudir a otras alternativas para apoyarse entre ellos y abastecer a las personas con procedimientos quirúrgicos, especialmente los urgentes.

La situación también es alarmante en Santander. Por causa del desabastecimiento, procedimientos quirúrgicos y exámenes diagnósticos han corrido el riesgo de suspenderse. El personal los ha reprogramado a la espera que lleguen los medicamentos.

Una de las instituciones más afectadas es el Hospital Universitario de Santander, la cual realiza alrededor de 800 procedimientos quirúrgicos y solamente tiene reservas para un mes.

Los efectos perjudiciales que trae usar medicamentos alternativos

Noticias RCN habló con Olga Herrera, presidenta de Sociedad Colombiana de Anestesiología, quien se refirió sobre las consecuencias que trae esta situación para los pacientes.

La experta mencionó que en estos casos, lo primero que toca hacer es conversar con las autoridades locales para conocer las causas y así tener claridad en los planes de contingencia que se deben ejecutar.

Si bien hay fármacos de otra denominación que pueden reemplazar los faltantes, Herrera fue clara que no es lo óptimo: “Las primeras son el propofol y fentanilo, que nos ofrecen un perfil de seguridad de una forma más rápida. ¿Qué sucede con los medicamentos de segunda línea? A veces ofrecen un perfil de seguridad con efectos adversos, diferentes y erráticos”.

En ese sentido, el bienestar del paciente puede verse afectado con el uso de los fármacos de segunda línea. A pesar de no ser medicamentos inseguros, tampoco ofrecen las mismas garantías.

Herrera explicó que en Antioquia y Nariño hay dos casos particulares de procedimientos obstaculizados: “El panorama es crítico. ¿Qué se está haciendo? Establecer lo más urgente y hacerlo; y tener en sala los otros procedimientos que son ambulatorios”.

Del mismo modo, se solicitó la reactivación de un comité especial con las entidades nacionales de salud, tales como Invima, gremios farmacéuticos y sociedades analgésicas; para encontrar soluciones en poco tiempo.