Personas que no sienten miedo a causa de una extraña condición genética
El trastorno genético es extremadamente raro por lo que hasta ahora son pocas las personas que han sido diagnosticadas.
Noticias RCN
06:01 p. m.
El miedo es considerado como una emoción básica de supervivencia que se activa ante la percepción de un peligro ya sea real o imaginado. Este sentimiento genera importantes cambios físicos como el aumento del ritmo cardíaco, la liberación de hormonas, tensión muscular y la dilatación de pupilas.
Trastorno que hace desaparecer el miedo
Se trata de la enfermedad denominada como Urbach-Wiethe, un trastorno genético autosómico recesivo que es considerado como extremadamente raro, pues causa depósitos hialinos de proteínas, lípidos en la piel, mucosas y órganos internos. Algunos de sus rasgos con ronquera temprana, lesiones cutáneas, mientras que a nivel neurológico su efecto es la destrucción bilateral de la amígdala que impide sentir miedo.
Esta es causada por la mutación del gen ECM1 que se encuentra en el cromosoma 1. Esta es una de las tantas proteínas que el cuerpo necesita para el mantenimiento de la matriz celular, aquella que se encarga de una red de soporte para que las células y los tejidos estén en su lugar.
De esta manera, cuando el ECM1 se daña, causando la muerte celular, la amígdala, una parte del cerebro que desempeña labores en el procesamiento del miedo en cada persona.
Tipos de miedo
Científicos de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, han sometido a estudios a una paciente desde 1980, quien responde, de manera distinta, a diferentes estímulos que a cualquier persona le podrían generar miedo.
Según las investigaciones, la paciente no experimenta un latido cardíaco acelerado ni descargas de adrenalina cuando se le presentan estímulos asociados con dolor.
Así mismo, se identificó que la mujer no tiene la capacidad de reconocer las expresiones faciales de miedo de las personas que la rodean, de modo que, esto la ha llevado a enfrentarse a situaciones de riesgo sin reconocerlas.
No obstante, ante situaciones de miedo interno, el cerebro de la paciente reaccionó de manera distinta. Por medio de una prueba, en la que la mujer tuvo que inhalar dióxido de carbono, esta entró en pánico.
Por esto, la investigación concluyó que, ante esta enfermedad, el miedo interno si se logra exteriorizar, pues su cerebro respondió ante una señal de asfixia inminente.