¿Por qué hay personas que sudan al dormir? Las causas más comunes y cuándo preocuparse

Despertar empapado en sudor, incluso en una habitación fresca, es una experiencia desconcertante que afecta a un número significativo de personas.

Lejos de ser una simple incomodidad, la sudoración nocturna excesiva puede ser un indicio de que algo más está ocurriendo en el organismo.

No hablamos de sudar un poco por el calor o por una cobija demasiado gruesa, sino de episodios recurrentes que mojan la ropa de cama y alteran el descanso. Este fenómeno, a menudo subestimado, puede tener múltiples causas, algunas de ellas benignas y otras que requieren atención médica.

El cuerpo humano regula su temperatura interna de forma constante, y el sudor es su mecanismo natural de enfriamiento.

Sin embargo, durante el sueño, este proceso puede desajustarse por diversas razones, llevando a la hiperhidrosis nocturna. Es fundamental diferenciar la sudoración normal del sudor excesivo que interfiere con el sueño y la calidad de vida.

¿Cuáles son las causas comunes y las menos conocidas de la sudoración nocturna?

Las causas de la sudoración nocturna pueden variar desde factores ambientales simples hasta condiciones médicas complejas.

Entre las más comunes, se encuentran un ambiente de sueño demasiado cálido (temperatura alta en la habitación, exceso de ropa de cama o pijama inadecuada) y el consumo de ciertos alimentos o bebidas antes de acostarse, como comidas picantes, cafeína o alcohol, que pueden elevar la temperatura corporal o afectar el sistema nervioso.

Sin embargo, hay causas menos conocidas y más preocupantes que deben considerarse.

Los cambios hormonales son una razón frecuente, especialmente en mujeres debido a la menopausia (sofocos) o fluctuaciones hormonales premenstruales y durante el embarazo.

En hombres, niveles bajos de testosterona pueden ser un factor. Algunas infecciones, como la tuberculosis, el VIH, la endocarditis o la osteomielitis, son conocidas por causar sudoración nocturna. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine destacó que las infecciones son una causa significativa de este síntoma.

Además, ciertos medicamentos, como antidepresivos (especialmente los ISRS), fármacos para la diabetes, medicamentos para la presión arterial y terapias hormonales, pueden tener la sudoración como efecto secundario.

Los trastornos de ansiedad y el estrés también pueden desencadenar episodios de sudoración nocturna debido a la activación del sistema nervioso simpático.

En casos menos frecuentes, pero graves, la sudoración nocturna puede ser un síntoma de cánceres como linfoma o leucemia, o de trastornos endocrinos como el hipertiroidismo o la feocromocitoma.

¿Cuándo deben las personas que experimentan sudoración nocturna buscar ayuda médica?

Si la sudoración nocturna es ocasional y se asocia a factores ambientales o dietéticos, ajustar la temperatura del dormitorio o modificar la cena puede ser suficiente.

Sin embargo, las personas deben buscar ayuda médica cuando la sudoración es recurrente, profusa y sin una causa obvia, es decir, que no está relacionada con un ambiente cálido o el exceso de ropa.

Es crucial consultar a un profesional de la salud si la sudoración nocturna viene acompañada de otros síntomas como fiebre, pérdida de peso inexplicable, fatiga persistente, dolor localizado, tos crónica o ganglios linfáticos inflamados.

Un médico podrá realizar un historial clínico completo, un examen físico y, si es necesario, solicitar pruebas de laboratorio o de imagen para descartar condiciones subyacentes.

La detección temprana y el tratamiento adecuado de la causa subyacente son clave para aliviar este molesto síntoma y asegurar un descanso reparador.