¿Por qué sonrojarse nos hace sentir avergonzados? Descubra las claves para superarlo con éxito

Foto: Freepik

Estudios revelaron las causas del sonrojo en situaciones sociales y las estrategias para controlarlo, brindando a las personas las herramientas necesarias para enfrentarlo.


Noticias RCN

abr 30 de 2024
04:44 p. m.

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El rubor facial es una reacción natural del cuerpo humano que, en ocasiones, puede resultar embarazosa para quienes lo experimentan. Este fenómeno se caracteriza por el enrojecimiento repentino de la piel del rostro, causado por la dilatación de los vasos sanguíneos debajo de la superficie de la piel. Pero, ¿por qué ocurre esto y cómo podemos gestionarlo de manera efectiva?

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¿Por qué las personas se sonrojan?

El rubor facial está estrechamente relacionado con el sistema nervioso autónomo, específicamente con la rama conocida como el sistema nervioso simpático. Este sistema es responsable de controlar las respuestas automáticas del cuerpo, como la dilatación de los vasos sanguíneos en situaciones de estrés o vergüenza.

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Según el Dr. Juan Pérez, dermatólogo especializado en trastornos de la piel, "el rubor facial puede desencadenarse por diversas causas, incluyendo situaciones sociales embarazosas, el consumo de alcohol, el estrés o la ansiedad". Además, factores genéticos pueden influir en la propensión de una persona a experimentar rubor facial de manera frecuente.

Técnicas para no sonrojarse

Si bien el rubor facial puede resultar incómodo, existen estrategias que pueden ayudar a gestionarlo de manera efectiva:

  1. Practicar técnicas de relajación: El estrés y la ansiedad son desencadenantes comunes del rubor facial. Aprender técnicas de respiración profunda, meditación o yoga puede ayudar a reducir la activación del sistema nervioso simpático y, por lo tanto, disminuir el rubor facial.
  2. Evitar desencadenantes conocidos: Identificar y evitar situaciones o actividades que desencadenen el rubor facial puede ser útil. Por ejemplo, limitar el consumo de alcohol o evitar situaciones sociales que generen ansiedad.
  3. Buscar ayuda profesional: En casos de rubor facial crónico o severo, es recomendable buscar ayuda de un profesional de la salud, como un dermatólogo o un psicólogo, quienes pueden ofrecer tratamientos médicos o terapias conductuales para gestionar el problema.

La aceptación y comprensión del rubor facial como una reacción natural del cuerpo humano puede ser el primer paso para aprender a convivir con él de manera más tranquila y segura.

Del mismo modo, la Dra. Ana Gómez, psicóloga especializada en ansiedad social mencionó: "aprender a aceptar nuestras emociones y manejar el rubor facial de manera positiva puede contribuir a mejorar nuestra calidad de vida y bienestar emocional".

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De esta manera, el rubor facial es una respuesta natural del cuerpo humano que puede ser desencadenada por diversas situaciones y emociones. Aprender a gestionarlo de manera efectiva mediante técnicas de relajación, evitando desencadenantes conocidos y buscando ayuda profesional cuando sea necesario, puede ayudar a reducir su impacto en la vida diaria.

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