¿Qué efectos tienen las inyecciones para la diabetes utilizadas para bajar de peso?

Foto: Freepik

La nueva generación de los medicamentos contra la obesidad imita una hormona segregada por el intestino, conocida como la GLP-1.


AFP

oct 06 de 2024
06:48 p. m.

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Los medicamentos bajo los nombres de Wegovy, Mounjaro o Ozempic causan furor en el sector farmacéutico y alimentan las esperanzas de millones de enfermos de diabetes y obesidad en todo el mundo, pero ¿qué hay detrás de uso inadecuado?

Estos fármacos que imitan una hormona segregada por el intestino, llamada GLP-1 están siendo utilizados para perder peso cuando suelen tratar la diabetes de tipo 2, puesto que se caracterizan por niveles elevados de glucosa en sangre (hiperglucemia).

Actúan favoreciendo la secreción de insulina, que reduce los niveles de glucosa, ralentizando el vaciado del estómago y enviando una señal de saciedad al cerebro.

Actualmente se administran mediante inyección y pueden tener efectos secundarios como náuseas y vómitos o problemas gastrointestinales.

Su elevado precio los ha convertido en una gallina de los huevos de oro para los laboratorios farmacéuticos que los comercializan, teniendo en cuenta que los estudios demuestran que los pacientes recuperan peso si interrumpen el tratamiento.

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¿Cuáles son los medicamentos para la diabetes que usan para la obesidad?

  • Los primeros: Victoza y Saxenda

La molécula de liraglutida fue desarrollada por el grupo danés Novo Nordisk. Se aprobó en Europa en 2009 y en Estados Unidos en 2010, bajo el nombre de Victoza.

En 2014 se aprobó para la obesidad, bajo la marca Saxenda, convirtiéndose en el primer análogo de GLP-1 aprobado para la pérdida de peso.

Pero ambos fármacos tienen un inconveniente: deben inyectarse a diario.

  • Los más vendidos: Ozempic y Wegovy

Por eso Novo Nordisk desarrolló una nueva molécula, la semaglutida, que puede inyectarse una vez a la semana.

Ozempic se aprobó en 2017 para la diabetes de tipo 2 en Estados Unidos y rápidamente se convirtió en un éxito, promocionado en las redes sociales por sus propiedades adelgazantes.

Su homólogo para la obesidad, que utiliza el mismo compuesto, se aprobó en Estados Unidos en 2021, con el nombre de Wegovy.

En 2024 Wegovy fue aprobado por las autoridades sanitarias estadounidenses para prevenir accidentes cardiovasculares en personas obesas o con sobrepeso.

  • Los nuevos: Mounjaro y Zepbound

El laboratorio estadounidense Eli Lilly ha desarrollado la molécula tirzepatida. En 2022 fue aprobada en Estados Unidos con el nombre de Mounjaro para las personas que padecen diabetes de tipo 2.

En 2024, su homólogo para la obesidad, también de administración semanal, fue aprobado por las autoridades sanitarias estadounidenses con el nombre de Zepbound.

Además de GLP-1, la tirzepatida contiene otra hormona gastrointestinal (GIP) para potenciar sus efectos.

Según un estudio reciente provoca una mayor pérdida de peso que la semaglutida de Novo Nordisk.

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Alerta sobre el mal uso de los tratamientos antiobesidad

Los tratamientos de nueva generación contra la obesidad, que se han vuelto muy populares en pocos años, no son "medicamentos milagrosos" y "nunca deben tomarse por motivos estéticos", advierte Svetlana Mojsov, una de las científicas que ha permitido su desarrollo.

Ozempic, Wegovy, Mounjaro, Zepbound: prescritos para combatir la obesidad o la diabetes tipo 2 (hiperglucemia a menudo asociada al sobrepeso), estos tratamientos han gozado de tal popularidad que han llegado a ser empleados por algunas personas para perder algunos kilos "de más".

"El gran éxito es poder tratar la obesidad y es a eso a lo que debemos atenernos", insistió Mojsov, de 76 años, recordando los efectos secundarios, especialmente gastrointestinales, de estos fármacos.

Las alertas se encendieron tras comprobarse que el uso de estos medicamentos de manera inadecuada ralentiza el vaciado del estómago, pero también actúa sobre el cerebro, influyendo en la sensación de saciedad.

Una de las moléculas ya ha sido autorizada contra accidentes cardiovasculares y se están desarrollando estudios para tratar la apnea del sueño, adicciones, enfermedades renales, hepáticas o incluso neurodegenerativas (Parkinson, Alzheimer).

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