¿Qué es la propiocepción y cuál es su importancia para sobrevivir día a día?
Este sentido es esencial para que el cerebro reciba información de receptores en músculos, tendones y articulaciones.
Noticias RCN
10:56 a. m.
La propiocepción es denominada como la conciencia que tiene el cuerpo al ubicarse en el espacio. Esta permite tener noción de la dirección hacia la que se mueven las articulaciones, la postura y el equilibrio.
Este hace parte del grupo de los sentidos de “exterocepción” con los que las personas logran percibir el mundo exterior.
Señales que el cerebro capta
Según Nazareth Castellanos, investigadora del Laboratorio Nirakara-Lab, cátedra extraordinaria de la Universidad Complutense de Madrid, la postura del cuerpo y las expresiones faciales envían señales importantes a las que el cerebro responde, de manera inmediata.
Por ejemplo, cuando las personas poseen cara de enfado, y la exteriorizan, el cerebro activa mecanismos de enfado. Así mismo cuando las personas se muestran nostálgicas o tristes ante los demás.
La neurocientífica manifestó, para la BBC, que la neurociencia reconoce que las personas poseen siete sentidos dentro de los cuales se destaca la interocepción.
Este consiste en la información que le llega al cerebro de lo que está ocurriendo dentro de órganos de suma relevancia para el cerebro como el corazón, la respiración, el estómago y el intestino.
El segundo sentido corresponde al de la propiocepción, la información que llega al cerebro de cómo está el cuerpo en el exterior.
“Por ejemplo, las sensaciones en la tripa cuando nos ponemos nerviosos, o un nudo en la garganta, o la pesadez de ojos cuando estamos cansados La propiocepción es el segundo sentido más importante. Y luego vienen los cinco”, explicó la experta para la BBC.
Influencia del cerebro sobre los gestos de la cara
Según la experta, las personas usan una parte del cerebro relacionada a la amígdala que se encuentra en zonas profundas y que se involucran más con las emociones.
“Cuando yo frunzo el ceño estoy activando mi amígdala, por tanto, si llega una situación que es estresante me voy a excitar más, voy a reaccionar más, porque yo ya tengo esa zona preparada. La amígdala, que es como una almendra, es una zona que cuando llega una situación estresante se activa, crece más”, explicó.