¿Qué significa preferir el frío o el calor según la psicología?

Las personas han abierto amplios debates sobre la preferencia por los climas fríos o cálidos por lo que esto compete a un tema subjetivo, que depende de las preferencias de cada sujeto.

Aunque en algunos países estas temperaturas están limitadas a las estaciones, estudios psicológicos han demostrado que varios cambios climáticos podrían afectar, de manera sustancial, en las emociones de las personas.

Psicología explica la preferencia por el clima

Según un estudio publicado en Research Gate, las personas que mantienen fuertes preferencias por un clima determinado podrían portar algunos rasgos, que los diferencian de los demás, en sus respectivos perfiles psicológicos.

Las personas que prefieren el calor podrían poseer mayores características que los llevan a integrarse y socializar más con quienes los rodean. Esto a raíz de que el calor se ha relacionado con la cercanía, la convivencia y la apertura a nuevas experiencias.

El calor también está ampliamente relacionado con la búsqueda de confort ya que las personas disfrutan de la sensación de refugio que dichos climas pueden otorgar. Así mismo, se asocia con la necesidad de encontrar seguridad emocional y sentimientos de recordación sobre eventos felices del pasado.

Informes sugieren que las personas extrovertidas tienden a preferir, con mayor prevalencia, los climas cálidos. Estos sujetos pueden tolerar mejor los climas calientes por lo que buscan frecuentemente actividades que les permita socializar al aire libre.

El optimismo también suele asociarse con estaciones alegres ya que aparecen diferentes factores como los carnavales de verano, fiestas, festivales de playa, entre otras actividades que puede reforzar un estilo emocional más positivo.

Preferencias por el clima frío

Según distintas teorías psicoanalíticas, las personas que tienen una preferencia por el clima frío tendrían rasgos que simbolizan distanciamiento y retraimiento, aunque esto no significa que sean personas menos afectuosas.

Según datos publicados en la revista The Lancet, las muertes relacionadas con los climas extremadamente fríos o calientes representan menos del 1% de las muertes a nivel mundial.