Dulces en Halloween: expertos explican las cantidades recomendables y cómo evitar riesgos
La comida previa a la ingesta de dulces es fundamental para evitar molestias y complicaciones.
Noticias RCN
06:02 p. m.
Halloween ya llegó y, como es de esperarse, miles de niños suelen comer grandes cantidades de dulce a diferencia de otras épocas del año.
Aunque una de las prácticas más comunes para estas épocas corresponde a la entrega de dulces en diferentes establecimientos comerciales, los expertos ya han alertado sobre los riesgos y han dado recomendaciones para regular esta ingesta.
¿Cuál es la cantidad sugerida para comer dulces?
De acuerdo con las guías internacionales, el consumo de azúcares libres o añadidos no debería superar el 10% de la ingesta calórica diaria, aunque el 5% sería lo ideal. Por eso, especialistas recomiendan una buena comida antes de salir a pedir dulces y moderen el consumo durante Halloween.
De acuerdo con las guías internacionales, el consumo de azúcares libres o añadidos no debería superar el 10% de la ingesta calórica diaria, aunque el 5% sería lo ideal.
Esto equivale a entre 30 y 50 gramos de azúcar al día, dependiendo de la edad. Un jugo de caja (21 g), una chupeta con chicle (17 g) y unas galletas de vainilla (17 g) ya alcanzarían el límite diario. En una sola noche de Halloween, muchos niños podrían duplicar esa cantidad sin notarlo.
Preparación alimentaria para Halloween
El exceso de azúcar y la falta de preparación alimentaria antes de la jornada pueden provocar molestias o complicaciones en los más pequeños. Según Diana Sandoval, experta en Salud Pública de la Universidad Manuela Beltrán, el primer paso para disfrutar esta fiesta sin riesgos es no salir con el estómago vacío.
“Si los niños comen antes de salir, es menos probable que se excedan con los dulces o los consuman de golpe. Lo ideal es ofrecerles una comida equilibrada que incluya proteínas, vegetales y carbohidratos complejos”, explica la especialista.
Por ejemplo, una arepa con huevo y aguacate, un arroz con pollo y verduras, o una ensalada con queso y fruta natural son opciones que aportan energía sostenida y ayudan a reducir la ansiedad por el azúcar. También es importante que los niños tomen suficiente agua antes y durante la actividad. La deshidratación leve puede confundirse con hambre, lo que aumenta la tentación de comer más dulces.
Según la experta, no es recomendable permitir que los niños consuman todos los dulces una vez termina la actividad de recolección. Por esto, se sugiere repartirlos en pequeñas porciones, ofrecer un trozo de azúcar o frutos secos para equilibrar el exceso de azúcar y cepillar sus dientes para evitar la formación de caries.
Molestias estomacales por el consumo de dulces
El exceso de dulces combinados con edulcorantes y grasas pueden causar dolores abdominales, náuseas, gases, diarrea y estreñimiento. Por esto, aunque Sandoval explicó que estos síntomas son pasajeros, hay que estar atentos a cualquier signo de alarma como vómitos persistentes, dolor abdominal intenso, fiebre o deshidratación, decaimiento o somnolencia inusual.