Seis hábitos para mejorar la productividad después de dormir
El médico especialista, Danilo Sánchez, asegura que cuando dormimos regeneramos nuestra energía para estar activos y aumentar el desempeño y la productividad.
Noticias RCN
12:09 p. m.
El día y la noche son ciclos que producen cambios a nivel celular y energético en cada uno de los órganos de nuestro cuerpo. Por esta razón Danilo Sánchez, médico especialista y vocero científico del Grupo Espumados S.A, afirma que existen momentos específicos para dormir, acción en la cual nuestra energía se regenera para tener un día más provechoso.
Diferentes estudios revelan que dormir bien, además de traer múltiples beneficios, es considerado como una de las funciones vitales del individuo, pues según el Dr Sánchez, “un excelente día comienza desde la noche anterior, pues si no hemos dormido bien, nuestro despertar estará acompañado de una serie de síntomas que van desde la sensación de cansancio, dolores musculares, somnolencia, irritabilidad y disfunciones sexuales entre muchos otros”.
Las personas que duermen bien generan procesos en los que se desintoxican tejidos de órganos como el cerebro, el hígado y los riñones. Por esta razón, al despertar después de un buen descanso las personas se sienten en capacidades de realizar cualquier actividad que se propongan.
Dormir bien aumenta la capacidad de concentración, preserva la memoria, favorece procesos de regeneración de células ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas, equilibra las emociones, repara los tejidos musculares, nivela las cifras de presión arterial, sin mencionar los innumerables beneficios para el sistema cardiovascular y hormonal, en resumen, optimiza la maquinaria corporal.
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El Dr. Danilo Sánchez entrega 6 hábitos a la hora de dormir que ayudarán al aumento de la productividad en el 2020:
1. La Hora de dormir, una cita a la que no puedes fallar
La hora de dormir debe ser sagrada, definir de acuerdo a tus actividades cuál será tu horario de descanso y conviértelo en hábito, es decir procura ir a la cama a la misma hora todos los días.
2. Entrena tu cerebro para el descanso
Crear un ritual para dormir ayuda a generar una alarma en el cuerpo que avisa al cerebro que llegó la hora de descansar. Se puede empezar, apagando el celular (lo ideal) o bajando su volumen, tomar un vaso con agua, cepillarse los dientes, ponerse el pijama; si se hace todos los días, estas rutinas ayudarán a crear el hábito.
3. Señales equivocadas a la hora de dormir ¡Evítalas!
Evita el consumo de bebidas o sustancias con estimulantes para el cerebro como cafeína, xantinas, taurinas, nicotina (bebidas energizantes, café, té, chocolate, tabaco etc.) así como los azúcares o postres antes de dormir. Si consumes alguna de estas sustancias procura que sea hasta las 3 o 4 de la tarde como máximo, pues estas envían señales equivocadas al cerebro que le indican que debe permanecer activo a la hora de dormir y deterioran la calidad del sueño.
4. ¿Dónde duermes? Es más importante de lo que piensas
Es importante que el lugar donde se duerme esté despejado y limpio, que esté completamente oscuro o con luces tenues, mínimo ruido y pocos objetos. No hay descanso en un lugar desordenado y sucio, evita los dispositivos electrónicos cerca o encendidos como televisores, computadoras, tabletas o smartphones.
5. Pijama y ropa de cama
Un pijama de tu gusto, junto con ropa de cama limpias que se cambien de manera regular, preferiblemente cada semana, harán de la hora de dormir una experiencia real de descanso.
6. Almohadas y colchones, una decisión determinante
Nunca tomes a la ligera la elección de tu almohada y colchón, allí permanecerás aproximadamente la tercera parte de tu vida. Toma tu tiempo a la hora de elegir tus próximas almohadas y tu colchón, estos pueden llegar a ser considerados artículos íntimos. Estos artículos no se deben usar de segunda, un buen colchón y almohada a la medida harán posible una noche de descanso.
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El experto Danilo Sánchez asegura la importancia de no “heredar” estos artículos al ser considerada una práctica que pone en riesgo la salud, pues los colchones y almohadas contienen el sudor y células que se desprenden de la piel y de las que se alimentan parásitos como los ácaros.
La recomendación es evitar reusar estos elementos y vigilar que no pase demasiado tiempo sin cambiarlos, lo ideal es hacer cambio de almohadas cada año y colchón cada 5 años, aunque estos tiempos pueden cambiar según las características de los mismos.