¿Es normal desviar la mirada al hablar? Las razones detrás de este comportamiento

¿Le ha pasado que alguien le habla y no le sostiene la mirada? Es una situación común que a menudo nos lleva a pensar: ¿será que miente? ¿Es tímido? Aunque la intuición nos empuje a esas conclusiones, la verdad es que la psicología tiene explicaciones mucho más variadas para este comportamiento.

Desviar la vista al conversar no siempre es un signo de deshonestidad o inseguridad; de hecho, es una parte normal y, a veces, necesaria de cómo procesamos la información y nos relacionamos.

El contacto visual es una danza compleja en la comunicación no verbal. Una mirada demasiado fija puede ser abrumadora, mientras que una ausencia total de contacto puede parecer desinterés.

Este acto de "desconectar" la mirada es un fenómeno multifactorial, influenciado por lo que pensamos, cómo nos sentimos, de dónde venimos e incluso el contexto de la conversación.

¿Por qué nuestro cerebro necesita desviar la mirada a veces al hablar?

Una de las razones más sólidas por las que algunas personas desvían la mirada al hablar tiene que ver con cómo funciona nuestro cerebro.

Imagínese que está intentando recordar un dato específico, formular una frase compleja o resolver un problema mentalmente mientras habla. En esos momentos, su cerebro necesita concentrar toda su energía en esa tarea interna. Mantener el contacto visual requiere una parte de nuestra capacidad cognitiva, y al desviar la mirada, lo que hacemos es "liberar" esos recursos para poder pensar con mayor claridad.

Un estudio publicado en la revista Cognition por investigadores como Doherty-Sneddon, por ejemplo, mostró que a la gente le costaba más responder preguntas difíciles si tenía que mantener un contacto visual constante.

Es como si el acto de mirar directamente distrajera al cerebro de la tarea de procesar información compleja. Además, las emociones también influyen.

La ansiedad o la timidez pueden hacer que alguien desvíe la mirada para sentirse menos expuesto o juzgado. Incluso al hablar de temas muy personales o emocionales, algunas personas evitan el contacto visual directo para manejar sus sentimientos o no ver de inmediato la reacción del otro.

¿Cómo influye la forma de mirar de las personas?

La forma en que las personas usan el contacto visual también está fuertemente moldeada por su cultura y el contexto social. Lo que es normal y respetuoso en un lugar, puede ser interpretado de manera muy distinta en otro.

Por ejemplo, en muchas culturas occidentales, mirar a los ojos se asocia con la honestidad y la confianza.

Pero en algunas culturas asiáticas, latinoamericanas o comunidades indígenas, una mirada directa y sostenida puede ser vista como una falta de respeto o incluso una agresión, especialmente hacia figuras de autoridad o personas mayores. Investigaciones como las de Argyle y Cook en el Journal of Cross-Cultural Psychology han documentado estas variaciones culturales.

El entorno de la conversación también es clave. En una situación de jerarquía, como un empleado hablando con su jefe, es común que la persona de menor rango desvíe más la mirada como señal de respeto.

En cambio, en una confrontación, una mirada fija puede usarse para mostrar dominio. En un ambiente informal con amigos, las reglas son más relajadas, mientras que en una entrevista de trabajo, se espera un mayor contacto visual.

Así que, antes de sacar conclusiones precipitadas, es importante recordar que la mirada de una persona es un reflejo de muchos factores, no solo de su intención.