FIFA 22, reseña: un año con cambios destacados

Hablar de FIFA es estar siempre en medio de la polémica de quienes lo odian por ser un juego continuista y sus fans acérrimos que esperan cada año su lanzamiento. Para este 2021, con FIFA 22 el enfoque de EA Sports estuvo en dos partes: HyperMotion para la nueva generación y los modos de juego. 

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La nueva tecnología de captura de movimiento le dio al juego más animaciones y realismo, que ha tenido una gran acogida entre los que tienen acceso a las consolas de nueva generación y es realmente un salto que vale la pena probar. 

¿Pero qué queda para aquellos que aún tenemos una PS4, Xbox One o jugamos en una PC? Hay un paquete de novedades interesantes que vale la pena destacar y que son añadimos que sí trazarán una diferencia con las ediciones de los últimos años. 

¿Qué trae FIFA 22 de nuevo? 

La lista de novedades es larga, así que vamos a resumirla en lo más importante. Primero el modo carrera de entrenador ahora permite crear un equipo desde cero, con nombre, uniforme y escudo, así mismo fijar objetivos, el tipo de plantilla y el presupuesto.  

Para el modo carrera de jugador también hay mayor profundidad en el desarrollo del jugador con un árbol de habilidades, que permite enfocar el progreso en varios puntos o solo en uno, como queramos. Así mismo, la opción de entrar desde el banco y ganarse la confianza del entrenador para saltar de los suplentes a la titular. 

En Volta también hay un cambio de enfoque para dar una experiencia menos narrativa y lineal, para mirar hacia algo más arcade, relajado y multijugador. 

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En cuanto al gameplay, para las consolas de pasada generación y PC hay pocos cambios. Si bien nunca se habló de estas modificaciones, nosotros pudimos notar algunos ajustes en los porteros, la forma de frenar tras una carrera larga y el control del balón.  

Además, el ritmo de juego en cancha es más lento que en FIFA 21, algo que ojalá se quede porque da muchas más opciones de juego y no es un gameplay revulsivo de tres pases y gol, sino que alienta a la estrategia en cancha. 

¿Todo esto funciona bien y es un novedoso? 

Empecemos por el modo carrera de entrenador. Crear un club era algo que estaba esperando la comunidad y en realidad hay mucha más profundidad de la que se esperaba, no es solo poner un nombre, escudo y uniforme, sino que hay una gestión previa de ordenar tu estadio, escoger canticos, colores y atmosfera, así como ordenar tu presupuesto, el tipo de plantilla (joven, mixta o veterana) y el nivel de tu equipo según las estrellas. 

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Todo esto da un paquete interesante de arranque para crear un reto diferente desde distintos frentes. Por lo que se puede apostar por un proyecto de jóvenes a largo plazo o uno de veteranos que te obligue a hacer una reconstrucción rápida. Hay mucha variedad y para los amantes de modo carrera eso es clave porque motiva a la imaginación y creación de historias de todo tipo. 

Eso sí, a gusto personal faltó más variedad en los uniformes, opción de editar el uniforme del portero (le ponen uno predeterminado), opción de escanear un escudo propio y la inclusión de patrocinadores, que incluso se pueden convertir en un reto como sucede en F1 2021 que aportan al realismo y también obligan a cumplir ciertos objetivos, como sucede en la vida real. 

Para el modo carrera de un jugador la cosa pintaba para más. La llegada de un árbol de habilidad da la opción de controlar mucho más el progreso y enfocar las habilidades según nuestro gusto y perfil del jugador que queremos ser. Los atributos adicionales para potenciar el equipo se quedan algo cortos y se pueden casi pasar por alto, algo que también sucede con los entrenamientos, que casi que se convierten en una obligación solo para no perder la confianza del DT, porque al final nadie va a estar jugando los minijuegos para apurar al aumento de la experiencia y todos terminaremos simulando toda esta parte. 

Aunque es un modo de juego que recibe novedades y tiene más profundidad, en realidad aún queda mucho por experimentar allí, como las transferencias que siguen siendo una imagen fría con la opción de aceptar o no, sin cinemáticas, negociaciones o más interacciones, siendo algo clave en todo este modo porque la idea siempre es buscar una progresión e ir subiendo de categoría de clubes. Por esta línea también hace falta la opción de que el inicio del juego sea mucho más aleatorio y no que de entrada podamos escoger el club, lo que le quita realismo al modo de juego. Además, que ya dentro de un club ganarse la confianza de técnico no es nada complicado y ser titular es algo que podemos lograr en la pretemporada, incluso teniendo una media menor que un futbolista de más nivel. Y volvemos a los mismo, falta de realismo. 

Un punto nuevo en este modo de juego son los objetivos por partido, algo que aporta mucho, pero al mismo tiempo se vuelve irreal, porque somos un jugador de 16 o 20 años, según queramos, y entramos faltando 10 minutos el técnico nos pide cosas que no siempre podemos controlar, como que el equipo marque un gol o que tengamos cierto porcentaje de posición de pelota, que quitemos un número de balones, cosas que en poco tiempo no tienen sentido y así hagamos el gol del triunfo esto no es lo que nos pedían. Es falta de equilibrio y, nuevamente, falta de realismo. 

Hablemos de Volta, porque es un modo de juego que tiene cambios importantes. Ya la opción de crear tu equipo y armar una plantilla con jugadores históricos y demás cosas no es el enfoque, sino es una experiencia más relajada, de reunirse con amigos y pasar un rato jugando un gameplay más arcade, que ahora añade potenciadores, multiplicadores de goles y más facilidades a las jugadas. Adicionalmente, hay modos de juego arcade como futbol tenis, Hallball y demás, que, aunque son variados, en realidad la ejecución es extraña y algunos son muy imprecisos. 

Así que Volta se convierte más en un modo party online que en algo que nos recuerde a FIFA Street, algo que a muchos les gustará y quizás otros obvien para irse por otro lado. 

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En resumen... ¿FIFA 22 vale la pena? 

Este año el paquete de novedades es motivante, si bien hace falta más profundidad, FIFA 22 es un juego que merece mucho la pena si eres fan del género o la saga, se nota el cambio con sus dos versiones anteriores y aunque tengas una consola de pasada generación, PS4 o Xbox One, vas a obtener contenido nuevo y un gameplay que funciona, que ojalá no lo cambien y se vuelva lo mismo de siempre con un ritmo excesivamente rápido. 

Los modos carrera tienen más cosas por experimentar, son diferentes ahora y las opciones de inventarte historias a su alrededor son infinitas, crear equipos es algo interesante y va mucho más allá de escoger nombre y uniforme. Así que es un buen año para entrar a FIFA 22, como siempre hay muchas alternativas una vez dentro del juego, porque Ultimate Team también tiene novedades y su progreso lo iremos viendo durante el año, Clubes Pro se amplió y dejó de estar en el olvido. Hay mucho por ofrecer y si tienes una consola de nueva generación se notará aún más ese cambio.