La ‘Biblioteca Humana’, un espacio en donde todos los asistentes son un libro abierto
Durante 30 minutos, la gente puede preguntar lo que quiera a los asistentes, ya sea individualmente o en un pequeño grupo.
Noticias RCN
05:57 p. m.
En la ‘Biblioteca Humana’, la gente puede "pedir prestada" a una persona para que le cuente la historia de su vida y sus diferentes experiencias, en un proyecto destinado a fomentar la comprensión y ayudar a la gente a desafiar sus prejuicios.
Allí, los asistentes pueden escuchar cómo es ser refugiado, homosexual, musulmán o discapacitado auditivo gracias a esta iniciativa danesa que nació hace 21 años y que se extendió por todo el mundo. Durante 30 minutos, la gente puede preguntar lo que quiera, ya sea individualmente o en un pequeño grupo.
Vea también: Subastan antiguas monedas de oro encontradas en los muros de mansión en Francia.
“La 'Biblioteca Humana' es un espacio seguro donde podemos explorar la diversidad, aprender sobre las formas en que somos diferentes los unos de los otros, y relacionarnos con personas que normalmente nunca conoceríamos y desafiar así nuestros prejuicios inconscientes", explica Ronni Abergel, iniciadora del proyecto.
Abergel creó la biblioteca viviente en el año 2000, durante el festival de música de Roskilde. Luego formó una organización sin ánimo de lucro y desde entonces el concepto ha llegado a más de 70 países de todo el mundo.
"Una lectura es realmente una conversación", explica Abergel. "Voy a dedicar unos minutos a explicar mi tema, mis antecedentes, y a asegurarme de que puedan preguntarme cualquier cosa sobre el hecho de ser seropositivo o discapacitado, o transgénero, o refugiado o judío o musulmán, o lo que sea".
En la mayoría de los casos, las conversaciones fluyen con soltura y facilidad y suelen celebrarse en un entorno tranquilo como una biblioteca municipal, una sala de reuniones o en el jardín de las instalaciones de la Biblioteca Humana.
Le puede interesar: El Juego del Calamar: inesperada advertencia por escena del capítulo cuatro.
Las personas que "piden prestado" a Iben, uno de los visitantes frecuentes, pueden elegir entre tres de sus "libros" orales: víctima de abusos sexuales, vivir con un trastorno límite de la personalidad o con un trastorno de estrés postraumático grave.
En ocasiones se negó a responder a las preguntas. "He dicho que esa página aún no estaba escrita. Entonces se limitaron a sonreír", recuerda.
Sin embargo, nunca tuvo una mala experiencia en los cuatro años que lleva participando. "Todas mis lecturas son diferentes", y han evolucionado con los años, comenta. "Es un regalo ser un libro, puedes autoreflexionar".
En un mundo cada vez más polarizado, Abergel quiere que su iniciativa ayude a la gente a ser "menos aprensiva, más abierta, más comprensiva y a aceptar su derecho a ser diferente".
Lea además: Casa que inspiró 'El Conjuro' está en venta: adentro pasan incontables acontecimientos.
Pero, insiste, la organización no trata de promover la diversidad o combatir los prejuicios. "Manejamos un espacio de aprendizaje neutral donde hay una oportunidad para que te involucres, aprendas sobre ti mismo y otros grupos", dice.
"Lo que aprendes y lo que haces con tu aprendizaje está enteramente en tus manos", resume.