La historia detrás del "cómico" baile de breakdance olímpico: más que una mala rutina

AFP

La rutina de la australiana en los Juegos Olímpicos fue tan "mala" que los jueces le otorgaron cero puntos.


Noticias RCN

ago 11 de 2024
02:09 p. m.

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Recientemente, los videos de una bailarina de breakdance australiana, conocida como Raygun, han circulado ampliamente en las redes sociales. La razón: su rutina en los Juegos Olímpicos fue tan "mala" que los jueces le otorgaron cero puntos. Esta historia ha resonado con muchas personas que se han sentido identificadas con ella, viéndola como una especie de figura cotidiana con la que pueden conectarse.

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Este tipo de historias, que parecen recordar figuras como Eddie el Águila en el salto de esquí o Eric Moussambani, el nadador de Guinea Ecuatorial que apenas sabía nadar, suelen ser recibidas con cariño y se celebran tanto como a los ganadores de medallas de oro. Pero hay algo más profundo en esta historia que merece atención.

¿Una simple mala elección?

La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Es realmente probable que Australia seleccionara a una competidora completamente incompetente para los Juegos Olímpicos? La respuesta más obvia es que no. Una rápida búsqueda revela que Raygun, cuyo nombre real es Rachael Gunn, ganó la competencia de Oceanía, lo que ya habla de su habilidad.

Además, Gunn es profesora universitaria con un enfoque en el breakdance, el género y la política. Su carrera como breakdancer está bien establecida y ha representado a Australia en campeonatos mundiales durante años, recibiendo reconocimiento por sus habilidades.

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Pero hay más. Gunn ha publicado recientemente un artículo académico titulado “The Australian Breaking Scene and the Olympic Games: The Possibilities and Politics of Sportification”. En este documento, ella expresa su preocupación de que la inclusión del breakdance en los Juegos Olímpicos, bajo un código estricto de puntuación y controlado por un organismo central no vinculado estrechamente al deporte, podría hacer que el breakdance pierda su esencia.

¿Rebeldía o incompetencia?

Cuando consideramos este contexto, la idea de que simplemente realizó una mala rutina empieza a desmoronarse. En lugar de eso, su actuación en los Juegos Olímpicos podría interpretarse como una expresión deliberada de lo que ella cree que es la esencia de su arte: una danza de rebelión y desafío contra la institucionalización. ¿Podría haber sido un desafío, un acto de resistencia?

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Independientemente de lo que realmente haya sucedido, está claro que esta historia es mucho más compleja de lo que parece a simple vista.

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Este caso nos recuerda la importancia de hacer un poco más de investigación antes de publicar o compartir contenido. A veces, al profundizar un poco, podemos descubrir historias humanas mucho más ricas y obtener perspectivas más profundas que simplemente reírnos de alguien por una supuesta mala actuación.

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