Mario Strikers: Battle League, reseña: ¿vale la pena este juego de fútbol?

Cuando un deporte pasa por las manos de Nintendo se transforma totalmente y Mario Strikers: Battle League es la última muestra de cómo ve la empresa japonesa el mundo de los videojuegos: diversión, colores, amigos, familia y locura.

Después de muchos años el ‘Mario fútbol’ regresó y esta vez el concepto llegó enfocado en la base del gaming actual: los modos online. Y eso es bueno, pero también representa un problema para muchos jugadores y en general para el juego en su base.

Así que tras jugarlo durante un par de semanas, traemos nuestra reseña de Mario Strikers: Battle League, juego exclusivo de Nintendo Switch, con una propuesta de fútbol arcade bastante interesante.

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¿Cómo es Mario Strikers: Battle League?

Estamos ante un juego puramente arcade, sin modo historia y tampoco un modo carrera para construir un equipo. Aquí literalmente lo que importa son los partidos y lo que hagamos para mejorar en cancha, como comprar artículos para potenciar nuestros personajes como cascos y armaduras.

El juego tiene tres modos, que básicamente son dos: los online y los offline. Por el lado de los modos para jugar offline, están los partidos rápidos que son los típicos encuentros para jugar con los amigos que vengan a visitar o con tus hijos y son lo más básico. Luego están las Copas, que son seis, pero todos iguales, con el mismo formato y solo con cambios en algo de dificultad o tipo de equipos, pero es una parte muy repetitiva.

Mientras que en el apartado online es donde está el punto fuerte del juego. Club Strikers es la parte de juego en línea en la que puedes crear un equipo o unirte a uno, para tener tu propio uniforme, escudo, nombre y estadio. Además, aquí es donde van a sacar provecho de la compra de armaduras y personalización para mejorar o tener un equipo diferente.

En este modo de juego hay partidos rápidos y temporadas para subir de división, pero lo más interesante es reunirse con amigos y, todos en el mismo equipo, ganar y mejorar partido a partido, además de sacar un montón de risas por el caos que se suele formar.

Un juego de 100% diversión

Sin duda el gran problema que tiene Mario Strikers: Battle League es la falta de contenido, es un juego muy corto y que rápidamente se puede volver repetitivo en lo que tiene que ver con opciones para buscar otras formas de jugar. Algo que siendo un título arcade es muy importante.

Pero la carta más fuerte está en lo que pasa en cancha. Este juego es un disfrute total, su concepto está en formar un caos en poco tiempo y que cualquier cosa pase para que cualquiera se las arregle para ganar.

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Es un fútbol de cinco contra cinco, en el que el arquero lo controla la inteligencia artificial, y nosotros a los otros cuatro jugadores de campo. El objetivo: marcar más goles que el rival, y para lograrlo habrá que superar varios desafíos: primero un sistema de tiro que toma tiempo tomarle el ritmo, porque el portero rival suele responder muy bien, una defensa firme porque no hay faltas y los objetos (caparazones, bombas y plátanos) son demoledores para quien tiene el balón, aunque en ataque también se pueden usar.

Y a esto se le añade un elemento clave: los hiperchutazos. Estos son tiros que se cargan al tomar una esfera que sale en el campo y solo un equipo puede tomar, además para ejecutarlos hay que acertar en el momento justo de la barra de potencia para que el portero no lo pueda detener y anotes un gol que vale por dos. Por lo que puedes ganar un partido en el último segundo gracias a esta habilidad (y nos pasó).

Todo esto entrega un paquete de mucha variedad para buscar el triunfo, es un juego en el que puede pasar de todo en pocos segundos y nunca realmente hay un control del resultado, del juego o del balón. Por lo que al juntarse con amigos el caos es algo único y diversión que ni en FIFA o eFootball vas a encontrar como juego de fútbol.

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Un lindo arte

>A todo esto se suma un juego muy bien hecho, con las mejores animaciones que (personalmente) hemos visto en Switch, sacando gran provecho de la consola y combinando caricaturas con los tradicionales diseños de Mario. Además, los efectos visuales del estadio y lo que sucede en cancha son muy detallados.

Quizás en la música pudo haber algo más para crear melodías más entrañables, pero en general cumple con lo que debe dar el juego y acompaña cada situación.

Entonces… ¿Mario Strikers: Battle League vale la pena?

Estamos ante un gran juego, que cumple con todo lo que pasa en cancha porque es impredeciblemente divertido, cautico y muy bien hecho, sus partidos tienen muchos elementos para que cambien constantemente, que se encuentren caminos para ganar y todo pueda pasar.

Eso sí, es un juego retador, que es bueno arrancar por el lado offline para entender cómo funciona cada elemento e ir subiendo de nivel para luego pasar al lado online, donde hay jugadores mucho más fuertes y ya podrás crear todo tu equipo.

Pero la gran falla está en el corto contenido, porque cuando ya domines el juego no hay mucho más allá de los partidos, hacen falta modos más variados, minijuegos que den variedad y un reto diferente, porque con el tiempo te puedes aburrir y si no tienes con quien jugar va a ser mucho más agotador.

Así que en resumen, es un juego que vale mucho la pena si tienes con quien compartirlo, sin lo vas a tomar con calma y disfrutar sin dominarlo en una semana, sino jugarlo de una forma más casual. La base online tiene potencial para añadirle elementos y ojalá Nintendo lo haga.

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