Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente, reseña: ¿Vale la pena?

En sus 25 años de vida, Pokémon ha tenido varios juegos nuevos y uno de ellos es el remake de Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente, títulos de la cuarta generación y originales de la Nintendo DS que ahora llegan a la Switch con un gran lavado de cara.

Este es el primer juego que no desarrolla GameFreak, que están enfocados en Pokémon Leyends, y los encargados fueron ILCA, algo que se nota al ser una apuesta muy conservadora y prácticamente roza los limites que dividen un remaster de un remake.

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Novedades de Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente

Estas nuevas versiones llegan con un cambio visual destacado. Al modelo 2D del pasado lo remplaza ahora un estilo chibli en 3D para los momentos de visión cenital y movimiento en el mapa, y unas animaciones más actuales en los combates, donde los personajes asumen un modelo más humano.

A esto lo acompaña una mejor iluminación, detalles de ambientes, calidad de color y cambios en el sonido. Además, de modificaciones en algunos accesos a los menús, como el cambio del Poke Reloj, que en la DS estaba ubicado en la segunda pantalla y aquí aparece en la esquina superior derecha.

En cuanto al combate, hay modificaciones para adaptarse a algunos estándares actuales de la saga como un acceso directo a las pokebolas, avisos para ver la eficacia o no del ataque de un pokémon contra otro y la repartición de la experiencia entro las demás criaturas del equipo, algo que afectará notablemente al gameplay (que veremos más adelante).

Por demás, tenemos el mismo juego de DS. La misma historia, mismos personajes, mismos pokémon y una misma región, Sinnoh. Además, de cambios que introdujo esta cuarta generación como que ya no es necesario llevar un pokémon con un movimiento especial para cortar un árbol o mover una roca, algo que se activa desde el Poke Reloj.

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Más fácil no siempre es mejor

En días en que el debate de la dificultad de los juegos se hace casi que con antorchas y extremismos. Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente llegan con un gameplay muy accesible. Si eres un fan y veterano de la saga, seguro va a ser un golpe fuerte encontrar un juego en el que avanzar va a ser muy sencillo e incluso la historia base (ser campeón de la liga) se puede cumplir en 15 o 20 horas. Aunque si eres nuevo, puede ser una puerta de entrada interesante para conocer el universo Pokémon, que no siempre es tan sencillo.

El problema está en dos puntos. Por un lado, los combates ahora son menos estratégicos: tienes un pokémon de tipo X que es fuerte ante uno de tipo Y, tranquilo, el combate es tuyo. Pero incluso, entre los que debería haber equilibrio, no es tan necesario usar muchas cosas de la bolsa o intercambiar entre ataques o movimientos que afecten al rival o ti el ataque, defensa, etc. Así que son peleas más rápidas, sobre todo en el inicio.

El otro punto, y el más cuestionado, es la repartición de la experiencia. Cada vez que ganes un combate, los puntos se repartirán entre el resto de pokémon de tu equipo y serán número altos. Por lo que subir de nivel y evolucionarlos va a ser muy sencillo, incluso sin usarlos tan seguido. Por lo que el equipo siempre va a tener un equilibrio y no habrá mucha diferencia entre el pokémon principal y los otros cinco, porque en mi caso me pasó que dos pokémon (que usaba como tercera alternativa) lograron igualar y superar por poco el nivel del principal.

Esto afecta mucho la experiencia porque la hace muy fácil, especialmente en el inicio. Tener buenas criaturas no es difícil, es rápido, y eso daña todo ese plan de ir armando tu equipo, saber entrenar y gestionar. Es como si en un equipo de fútbol todos fueran Mbappé, en el que son jóvenes y ya estrellas mundiales. Hace todo sencillo y le quita lo interesante del progreso.

Quizás esto se pudo solucionar con ajustes para medir hasta donde repartir esa experiencia y que los más nuevos o jóvenes puedan tener esa experiencia accesible, pero los veteranos pudieras vivir el reto que tanto les gusta.

¿Faltó arriesgar más?

Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente queda en un limbo, es un buen y divertido juego y se hace adictivo como cualquiera de la saga. Pero se queda corto en algunos momentos, especialmente en su historia, que sigue siendo la misma de siempre y se hace casi pasable sin mucho aporte.

Algunas animaciones son muy planas y los personajes no tiene gestos, que acompañen esa lista estética que se logró. Además, no se agregó el contenido de la edición Platino, que es la más completa de la clásica, algo que para los más veteranos seguro es un golpe.

Aunque, sin duda, lo mejor que tiene este remake es su Subsuelo. Esta parte baja de Sinnoh, que además es una linda región y muy variada, tiene de todo para recorrer, diferentes cuevas para visitar y también encontrar pokémon que no están en el suelo. Incluso, personalmente me sirvió para buscar en específico un pokémon de fuego para superar un gimnasio. Aquí invertimos varias horas de juego y el diseño del lugar es muy bonito.

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Entonces… ¿Pokémon Diamante Brillante y Pokémon vale la pena?

Es un buen juego, en el que las horas se te pasarán volando y cuando menos pienses vas a estar con un gran equipo. Pero eso también es un problema, para algunos puede que sea muy fácil y la repartición de experiencia romperá con el reto de entrenar y hacer un camino largo.

Es un juego que va a lo seguro y traer pocas novedades frente a las versiones de Nintendo DS. Algo que puede ser bueno para algunos y malo para otros. Aunque el apartado visual está muy lindo y se disfruta todo el tiempo de sus animaciones.

Si bien tiene pocos pokémon, es algo que responde a esa apuesta segura de no incluir sino los que había hasta esa cuarta generación. Entonces los combates puede que sean muy repetitivos, aunque nada que un repelente no solucione. Es una experiencia que se queda a medias entre ser un remaster y un remake.