¿Por qué hay personas en relaciones que saben que no son para el futuro? La Psicología lo explica
¿Qué pasa cuando se está en una relación que no se quiere para el futuro? La Psicología lo aclara
Noticias RCN
01:38 p. m.
En el laberinto de las relaciones humanas, a menudo se encuentran historias de parejas que, a pesar de compartir años juntos en el presente, albergan una certeza silenciosa: la persona a su lado no es aquella con la que visualizan su futuro.
Esta situación ha sido objeto de estudio por la psicología, que ofrece diversas perspectivas para comprender este fenómeno.
Una de las principales explicaciones tiene que ver con el miedo a la pérdida. Un estudio de los psicólogos Kahneman y Tversky encontró que las personas le temen más a perder lo que ya tienen que a las posibles ganancias futuras.
En el amor, esto se traduce en que la idea de perder la compañía, la estabilidad y la identidad que se ha construido en pareja, es más fuerte que el deseo de buscar una conexión que realmente los llene.
Con el tiempo, este miedo se hace más grande, y la persona se siente "atrapada" por todo el tiempo y el esfuerzo invertido.
¿Cuáles son las principales razones emocionales para permanecer en una relación sin futuro?
La dependencia emocional y el miedo a la soledad también juegan un papel crucial.
Basándose en la teoría del apego, los psicólogos explican que muchas personas tienen un miedo tan grande al abandono que prefieren estar en una relación insatisfactoria a estar solas. Necesitan la presencia del otro para sentirse seguros, y esta necesidad es más poderosa que la falta de felicidad a largo plazo.
¿De qué manera las expectativas sociales influyen en la decisión de prolongar una relación sin futuro?
Por último, la presión social y las expectativas de los demás son un factor determinante.
Vivimos en una sociedad que a menudo premia la estabilidad de pareja y juzga las rupturas. El miedo al "qué dirán" de amigos y familiares, o la idea de que "ya se está en una edad para sentar cabeza", puede influir en la decisión de prolongar una relación que internamente ya se sabe que no tiene futuro.
Esta presión puede llevar a la persona a priorizar la imagen que proyecta al exterior por encima de su propia felicidad.
La decisión de permanecer en una relación sin futuro es un problema complejo y multifactorial, que va desde el miedo a perder lo que ya se tiene y la dependencia emocional, hasta el autoengaño y la presión social.
Entender estas dinámicas puede ser el primer paso para tomar decisiones conscientes que prioricen el bienestar a largo plazo.