¿Será este el escenario final de la humanidad? La IA proyecta este fin apocalíptico

La inteligencia artificial (IA) no solo está transformando la vida diaria, sino también la forma en que imaginamos el futuro, incluyendo los posibles escenarios apocalípticos.

Modelos avanzados han comenzado a prever cómo el mundo podría enfrentarse a su final, basándose en datos actuales sobre el clima, la tecnología y la sociedad.

¿Qué papel juega el cambio climático?

Según un estudio de la Universidad de Stanford, la IA predice que el calentamiento global podría superar los 2°C en las próximas décadas, incluso si se reducen las emisiones drásticamente antes de 2070.

Este escenario implicaría alcanzar puntos de inflexión críticos, como el derretimiento de los casquetes polares y la desaparición de selvas tropicales, lo que podría desencadenar catástrofes ambientales a gran escala.

El aumento de la temperatura global ya está relacionado con fenómenos extremos como incendios forestales, inundaciones y olas de calor intensas. Si no se controlan, estos eventos podrían escalar en frecuencia y magnitud, comprometiendo la supervivencia humana.

¿Podrían las tecnologías descontroladas ser una amenaza?

Otro de los peligros planteados por la IA es el desarrollo desregulado de tecnologías avanzadas. Según el Pew Research Center, los expertos temen que herramientas como la IA generativa, los sistemas autónomos y las armas cibernéticas puedan volverse incontrolables.

Esto incluye escenarios donde las máquinas actúan de manera autónoma, poniendo en riesgo la seguridad global

Además, la manipulación de información mediante deepfakes y desinformación podría erosionar la confianza en las instituciones, afectando la gobernabilidad y aumentando la polarización social. La combinación de estos factores podría llevar a un colapso sistémico.

Aunque las proyecciones son alarmantes, los expertos subrayan que el futuro no está escrito. Con una acción coordinada, la humanidad puede mitigar estos riesgos. La rápida adopción de tecnologías limpias, la regulación estricta de la IA y un compromiso global para reducir las emisiones son clave para cambiar el curso del futuro.

De esta manera, los escenarios predichos por la IA resaltan la urgencia de actuar frente a los desafíos climáticos y tecnológicos. Si bien las perspectivas son preocupantes, también ofrecen una oportunidad única para reflexionar y tomar medidas preventivas.